VIEDMA (AV).- Tres años de prisión efectivo deberán cumplir dos jóvenes de 21 y 22 años, condenados por el delito de "robo calificado por el uso de arma de fuego".

En el marco de un juicio abreviado Matías Jara, empleado de mantenimiento de un barrio, y Ezequiel Villegas, ayudante de albañil, admitieron su participación y responsabilidad en el hecho y estuvieron de acuerdo con la pena ofrecida.

Se les imputa que en la tarde del 28 de noviembre de 2008, en momentos en que un hombre atendía su negocio de venta de celulares en la calle Belgrano al 435, en pleno centro de esta capital, ambos ingresaron al local. Una vez allí, Villegas extrajo un arma de fuego calibre 32 largo y se la apoyó en la cabeza del comerciante, mientras le decía "¡Dame la plata, quedáte quieto y dame la guita!". Según admitieron, luego le colocó el arma a la altura de las costillas y el damnificado le tomó la mano al imputado, generándose un forcejeo entre ambos que finalizó cuando Villegas logró golpearlo en el espalda, obligándolo a tirarse al piso.

Con la víctima inmovilizada, le sustrajo los 1.300 pesos que tenía en el bolsillo del pantalón y le ató las manos detrás de la espalda con un precinto plástico. Mientras todo eso ocurría, afirma la condena judicial, Jara guardaba en un bolso negro una computadora con su cargador, un módem inalámbrico, el celular de la víctima, otros cuatro teléfonos de la vidriera y 237 pesos de la caja que estaba debajo del escritorio.

Inmediatamente ambos ladrones se dieron a la fuga pero cuando el damnificado logró incorporarse corrió hacia la calle y vio que los dos escapaban por Belgrano, en sentido contrario al de circulación, uno de ellos en bicicleta. El hombre rompió el precinto que tenía en sus manos y los persiguió, golpeando en la espalda a Villegas -el que iba en bicicleta- quien se había caído a los pocos metros del local. También empujó a Jara, que llevaba el bolso con lo robado y corría por la plaza San Martín. Este último fue aprehendido a un par de cuadras de allí, cuando intentaba tomar un taxi. En su huida arrojó el arma.

Ambos imputados fueron detenidos por personal policial que circulaba circunstancialmente por el sector. El arma de fuego utilizada, según se verificó, no tenía proyectiles pero se encontraba en buen estado de funcionamiento.