Domingo 01 de Noviembre de 2009 Edicion impresa pag. 33 > Sociedad
Preocupa el alcohol, no la hora en que termina

NEUQUÉN (AN).- La prolongada movida nocturna no preocupa tanto a los funcionarios municipales como el consumo de alcohol y la cantidad de menores que buscan ingresar a los boliches infringiendo la ley.

Es así que los fines de semana que se montan operativos conjuntos con la policía se evita que cientos de menores ingresen a los locales bailables, mientras que del total de controles de alcoholemia un mínimo del 10% de los jóvenes conductores quedaban demorados por estar superando los niveles permitidos.

"El Estado debe regular las normas de convivencia pero acá la familia tiene mucho que ver y los padres son los que tienen que establecer los límites y no lo hacen", explica el asesor letrado del municipio Fabricio Torrealday.

Esta situación ha llevado a que los funcionarios capitalinos estén analizando poner un tope horario en las barras de los boliches y bares para la venta de alcohol.

"Que se queden hasta la madrugada adentro del boliche pero que no salgan alcoholizados", sincera su postura Torrealday.

El subsecretario de Gobierno del municipio, Raúl Dobrusin, mira con buenos ojos la ley que rige en Mendoza que establece distintos topes horarios. A las 2 de la madrugada se cierra la taquilla, a las 4.30 el expendio de bebidas alcohólicas y a las 5.30 los boliches. Esto permite que el operativo retorno se centralice en ese horario y como todo está cerrado no queda otra que volver a las casas.

Más allá de las ideas o intenciones los funcionarios hablan de la necesidad de que los padres cumplan con su rol y pongan límites que le ayuden a mantener unido el núcleo familiar.

Además, son conscientes de que para implementar cualquier tipo de tope horario se debe consensuar con el resto de las comunas del Alto Valle "si no los pibes se van para las otras localidades y después cuando vuelven están igualmente alcoholizados", aseguró Torrealday.

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