| BUENOS AIRES.- Los investigadores del crimen del supuesto sicario filipino hallado muerto en un estacionamiento de la Costanera Norte, analizan los celulares y la notebook de la víctima para intentar saber con quién se comunicó antes de ser asesinado. Ambos teléfonos tienen líneas internacionales, lo que genera trabas burocráticas para recibir los listados de llamadas entrantes y salientes. Para peor, los mensajes de texto están escritos con símbolos orientales. La autopsia demostró que Nanami Kataoke (35) no se defendió al recibir los cuatro balazos que acabaron con su vida, disparados desde dos armas distintas. (Télam) | |