NEUQUÉN (AN).- El ministro de Salud, Daniel Vincent, tendrá una dura puja en el gabinete, si la decisión política del gobierno es solucionar la profunda crisis de los hospitales. Ayer dio a conocer que su par de Hacienda, Esther Ruiz, le recomendó por nota que las proyecciones de gasto para 2010 no superen las del presupuesto actual, que ascienden a 663 millones de pesos.
"Nosotros tenemos que inaugurar hospitales. Terminar la nueva guardia del Castro Rendón. Hacer inversiones en personal. Son consideraciones que vamos a llevar a la reunión de gabinete", dijo Vincent, que señaló que de prosperar el tope, habría "muchas dificultades" para la factibilidad de esas inversiones.
Sería un nuevo límite para el sistema sanitario. El titular de la cartera de Salud ya había tenido un traspié a principios de año. Hacienda autorizó entonces un presupuesto un 20% inferior para el área, al propuesto de más de 800 millones de pesos.
"Lo venimos hablando con el ministerio de Hacienda. Entendemos la gran crisis económica que atraviesa la provincia. Lo concreto es que terminamos de pagar los sueldos y nos quedamos sin dinero para las demás cosas. Hemos privilegiado el pago a todo el personal, con los aumentos que fueron pactados", dijo el ministro Vincent ante una consulta.
Sus palabras llegaron tras la reunión que mantuvo con ATE en la sede del ministerio (ver aparte), donde hubo desmesuradas restricciones para realizar cobertura fotográfica.
Preocupados
Los sindicatos se fueron más preocupados de lo que entraron. Habían llevado una propuesta de duplicar el gasto en el proyecto de 2010, para lograr una cierta estabilidad en el nivel de las prestaciones.
Así, piensan, habría dinero para la compra de insumos, para estimular la llegada de más personal para las decenas de cargos vacantes, y para continuar equipando los centros de salud, sobre todo los nuevos, como el hospital de Plottier.
Con el presupuesto actual, en todo 2009 hubo recurrentes caídas de servicios básicos. Desde la falta de repuestos para ambulancias, pasando por la imposibilidad de limpiar la ropa que utilizan médicos, hasta otros problemas más graves, como la no disponibilidad de fondos para comprar medicamentos de pacientes crónicos.
En este sentido, Vincent dijo que se convocó a una licitación, pero señaló que el día a día de la falta de fármacos se contrarresta "con un gasto mayor, ya que salimos a hacer compras de urgencia a los laboratorios".