Por ALICIA A. CALDWELL
EL PASO (Texas)- Un agente migratorio fue acusado de operar un negocio de pornografía en internet y de tener una relación impropia con un informante, otro permitió que un soplón contrabandeara a un grupo de indocumentados y un agente fue investigado por pedirle sexo a una testigo en un caso de fraude matrimonial.
Estas preocupantes fechorías son una muestra de conducta inadecuada de personal del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en momentos en que esta agencia busca desempeñar un papel más importante en la guerra fronteriza contra los cárteles mexicanos del narcotráfico.
De acuerdo con documentos obtenidos bajo la ley de Libertad de Información, los agentes del ICE han cometido errores graves en sus tratos con informantes y otras fuentes, encubriendo delitos e incluso interfiriendo con una investigación policial sobre si un informante mató a otro.
Al menos ocho agentes han sido investigados por tratos impropios con informantes desde que el ICE fue creado en el 2003 y más de tres decenas más han sido investigadas por otros actos indebidos, muestran los registros. Los documentos detallan cómo un agente falló en "reportar homicidios... a su supervisora" y cómo otro no "documentó adecuadamente información recibida de una fuente confidencial en violación de las políticas y procedimientos del ICE".
En el caso que involucra a un informante acusado de asesinar a otro, éste llamado José Daniel González Galeana y considerado un jefe de contrabando para el cártel de Juárez, fue muerto a balazos a principios de año en un vecindario de clase alta en El Paso. La policía de esa ciudad dice que el ICE demoró su investigación, alejando a los detectives del hombre ahora acusado de orquestar la muerte a manos de un mercenario.
Kelly Nantel, portavoz del Servicio en Washington, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que la agencia "trabaja con informantes confidenciales de acuerdo con las mejores prácticas probadas y las normas de las agencias federales de policía".
En el texto hizo notar que el ICE despidió a un agente el año pasado por "negligencia en el desempeño de sus obligaciones, canalizar fondos en forma inadecuada y presentar documentos falsos´´ en relación con su trabajo con un informante. Asimismo, un agente en Miami fue sentenciado a dos años en una cárcel federal y renunció al ICE anteriormente este año como parte de un acuerdo extrajudicial por aceptar regalos de un soplón.
En repetidas ocasiones, las autoridades del ICE en El Paso se han negado a comentar sobre el caso de González, pero John Morton, secretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional para el ICE en Washington, dijo: "Estoy al tanto de la situación y está siendo revisada".
Los problemas con los informantes del ICE no son un fenómeno nuevo. De acuerdo con una carta del 24 de febrero del 2004, del director de la Oficina Antinarcóticos (DEA, por sus siglas en inglés), en El Paso, al director de la oficina del Servicio de Inmigración en esa ciudad, a un hombre descrito como "un maníaco homicida" se le permitió seguir trabajando como un informante incluso después de que "supervisó el asesinato" de un socio del cártel de Juárez. En una entrevista, el informante Guillermo "Lalo´´ Ramírez Peyró, ahora confinado a una instalación de arrestos del ICE, negó haber participado en homicidios.
Incluso cuando no están trabajando con informantes, agentes del ICE se han metido en problemas. Los documentos muestran que los agentes en oficinas de campo en todo el país, y en varios puestos extranjeros, han sido investigados por delitos que incluyen conducir ebrio en vehículos gubernamentales, mentirles a otros investigadores en casos en curso y dar mal uso a sus puestos con tal de obtener ganancias personales.
En un caso, un agente fue investigado por tener una "relación inadecuada" (eufemismo que suele darse en EE. UU. a las relaciones sexuales) con una persona investigada por el ICE. Otro agente resultó indagado por valerse de su posición en el gobierno para hacer preguntas desde Texas en torno del desahucio de su suegra en Nuevo México.
El Paso, ubicada al otro lado del río Bravo frente a la anárquica Ciudad Juárez en México, está llena de diversas agencias policiales que tratan de trabajar juntas para detener el flujo hacia el norte de drogas, inmigrantes y violencia, al tiempo que intentan bloquear el flujo de armas y dinero en efectivo hacia el sur.
El ICE fue desprendido del Servicio de Inmigración y Naturalización para que fuera la entidad investigadora del Departamento de Seguridad Nacional cuando éste fue creado después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. Tiene a su cargo la detención y tramitación de los casos de indocumentados, y otras funciones como supervisar la seguridad en instalaciones federales.
La agencia desea desde hace tiempo sumarse a la lucha contra las drogas en la frontera y ha intensificado sus acciones, al tiempo que la violencia relacionada con las drogas en México ha dejado al menos 13.500 muertos y amenaza con desbordarse hacia Estados Unidos.
Algunas autoridades locales y federales en El Paso vacilan en trabajar estrechamente con el ICE debido a la forma en que opera.
En la carta del 2004 de la DEA, la inacción de funcionarios del ICE fue responsabilizada de "permitir que al menos otros 13 asesinatos ocurrieran en Ciudad Juárez" y de poner en peligro la vida de agentes de la DEA y de sus familias. El homicidio del soplón González es otro ejemplo inquietante.
"Es interesante que una agencia como el ICE estuviera manejando a un sicario de (algún) cártel, especialmente cuando se consideran los otros tipos de agencias en El Paso", dijo el analista Stephen Meiners, de la compañía global de inteligencia con oficinas en Austin.
Mientras González se desangraba en un callejón frente a su casa, su esposa, Adriana Solís, hizo dos llamadas telefónicas, como le había pedido su marido que hiciera en caso de que le pasara algo. Pero llamó al ICE y luego a la policía, dijo el teniente Alfred Lowe, uno de los principales investigadores.
González, de México, vivía en Estados Unidos con una visa emitida por el ICE que le entregaron como beneficio por su trabajo como informante.
Solís dijo a la policía que su marido creía que un sicario del cártel de Juárez con el apodo de "El Dorado" lo andaba cazando. Días más tarde, el agente del ICE mencionó a un hombre llamado "Mayer", un soplón de ese Servicio que podría tener información sobre la muerte de González. Pero el organismo le había dado a la Policía un nombre y pista falsos.
Mayer era en realidad Rubén Rodríguez "El Dorado" Dorado, un informante descubierto cuando fue detenido junto con un soldado del Ejército estadounidense y dos adolescentes cuando intentaban robar un camión con un remolque lleno de televisores. Lowe dijo que la policía reconoció a Mayer en una foto de Rodríguez en el diario El Paso Times.