MADRID (DPA).- El Congreso de los Diputados de España aprobó ayer la polémica reforma de la ley de extranjería, que pone más trabas al reagrupamiento familiar y aumenta de 40 a un máximo de 60 los días que un inmigrante ilegal puede estar detenido mientras se tramita su expulsión del país, algo que los detractores de la ley consideran inadmisible.
La reforma salió adelante con los votos del gobernante Partido Socialista (PSOE), que fue apoyado por los diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV), de Coalición Canaria (CC) y de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU).
En contra votaron el conservador Partido Popular (PP), la principal fuerza de la oposición, así como varios partidos de izquierda y la pequeña formación Unión, Progreso y Democracia (UPyD). A partir de la aprobación de la ley, que ahora pasará al Senado (la Cámara alta), los centros de internamiento de inmigrantes podrán retenerlos hasta un plazo máximo de 60 días, en lugar de los 40 días actuales. Este punto es criticado tanto por Amnistía Internacional como por organizaciones de inmigrantes.
La reforma también endurece los requisitos para el reagrupamiento familiar, que queda limitado a los hijos menores de 18 años o mayores con discapacidad, y a los padres del reagrupante y su cónyuge "cuando están a su cargo, sean mayores de 65 años y existan razones que justifiquen la necesidad de autorizar su residencia en España". La nueva ley además permite a las distintas comunidades autónomas así como a organizaciones no gubernamentales y a entidades privadas asumir la tutela de los menores extranjeros no acompañados que lleguen a España.
El PP criticó la ley por "blanda" y señaló que no servirá para frenar las "avalanchas" de inmigrantes en situación irregular. A su juicio, se trata de una mera reforma cosmética al actual modelo migratorio, responsable de que España se haya convertido en el "coladero" de ilegales de la Unión Europea (UE) .
El gobierno endurece las leyes de inmigración en medio de la grave crisis económica que atraviesa España y que ya ha generado 4,1 millones de desempleados. España tiene actualmente unos 46,7 millones de habitantes, de los que 5,6 millones (un 12%) son inmigrantes. Entre ellos, los ciudadanos marroquíes son los más numerosos (710.000), seguidos de los ecuatorianos (414.000) y los colombianos (293.000).