CIPOLLETTI (AC).- Primero fue la desesperación por la búsqueda. Supuestamente una chica de 16 años había sido obligada a subir a un auto y estaba privada de su libertad en una casilla. Cuando la "liberaron", dominó el temor por pensar que un caso de trata de personas había golpeado a Cipolletti. La jueza y el fiscal avanzaban por este camino anoche, cuando la policía salió a informar que la joven había estado en un cumpleaños, muy cerca de su casa. La justicia no lo sabía. Una incomunicación inexplicable, un bochorno.
Anoche algunos medios radiales dudaban qué informar. ¿Qué es creíble de todo esto?, se preguntaban. Y no era para menos.
Durante toda la jornada Cipolletti fue un hervidero por este supuesto secuestro. En la mañana el despliegue de policías fue impresionante en la zona de las tomas del Barrio Obrero I y II, en el norte de la ciudad, donde creían que estaba retenida la víctima.
La historia comenzó en realidad el miércoles alrededor de las 23, cuando familiares de la menor fueron hasta la subcomisaría 79 a denunciar la desaparición. Dijeron que la adolescente se había ido a la mañana con una amiga, que por la tarde se separaron en las 1.200 Viviendas (donde vive la joven) y que desde entonces no sabían nada de ella.
Un oficial pidió el número de celular e intentó comunicarse. Lo logró. Allí la chica habría dicho que la tenían encerrada en una casilla de madera, que tenía un nailon negro en el techo y que la habían levantado "en un auto rojo". Hasta mencionó que le habían sacado el documento y que no la dejaban ir. Habló con voz alterada. Una fuente informó que la chica también se comunicó con su novio y hasta con un funcionario judicial. La información seguía siendo la misma.
Casilla por casilla revisaron los efectivos en las tomas del barrio Obrero I y II, donde presumían que podía estar. Y nada. Hasta que cerca del mediodía la chica apareció llorando en la subcomisaría 79 diciendo que la habían "liberado" a unas cuadras de allí. Entre los llamados y los pocos contactos logró decir que quienes la privaron de su libertad eran tres personas de sexo masculino y que junto a ella, en la casilla, había dos jóvenes más. Además agregó que estuvo encapuchada y que no logró verle los rostros a los supuestos autores.
Un relato que, si bien tenía varios baches, impactó en la justicia. Todo apuntó a la investigación de un presunto caso de trata de personas, aunque no se logró ubicar el lugar de retención. Sí dieron con el supuesto auto en el que la habrían "trasladado". (ver aparte) La joven fue internada en el hospital porque estaba "con una crisis de nervios".
La jueza y el fiscal seguían con esta línea investigativa, cuando anoche la policía salió a informar que en la subcomisaría 79 estaba declarando una mujer diciendo que la menor había estado en su casa festejando el cumpleaños de su hija, también de 16 años. La vivienda se encuentra muy cerca del departamento de la adolescente buscada.
La testigo aseguró que la joven llegó cerca de las 18.30, compartió el cumpleaños y se quedó a dormir en su propiedad. Se fue al mediodía. Ella se enteró de la búsqueda por la tarde y por eso fue a declarar, al igual que su hija. "Dieron nombres de otras personas que estuvieron en esa reunión", se informó. Anoche seguía el desconcierto entre las líneas investigativas.