LAMARQUE (AVM).- El 27 de octubre de 2001 Antonio "Tony" Acosta apareció muerto en un local abandonado de esta localidad, con signos de haber sido asesinado. De ahí en más el caso mantuvo en vilo a gran parte de la comunidad del Valle Medio, que exigió saber los motivos reales de su muerte.

Con el correr de los meses fueron sucediéndose numerosas irregularidades en torno a la investigación y hasta se llegó a pensar que esos errores tuvieron el único objetivo de entorpecerla para que el caso caiga rápidamente en el olvido.

¿Conflictos por droga? ¿Un ajuste de cuentas? Hubo varios detenidos por el caso, que por años estuvieron alojados en la ex Alcaidía roquense.

Pero finalmente los sospechosos ganaron su libertad, quedando únicamente tras las rejas Eduardo Equiza, quien permanece detenido hasta hoy.

En el juicio oral se condenó a Equiza a nueve años de prisión. Ninguno de los otros imputados del caso cumplió sanción alguna, dado que no se hallaron pruebas suficientes para condenarlos. Los familiares de "Tony", claramente, esperaban otra definición judicial, que involucrara a más responsables.

En las calles de Lamarque y en el entorno familiar del joven nunca estuvo en duda que a Acosta lo asesinaron por un "ajuste de cuentas", por el cual se apuntó a políticos como vinculados con el episodio.

Por las sucesivas audiencias del juicio oral y público pasaron 73 testigos, pero entre ellos nunca fue citada una persona que para los familiares era "fundamental" y que había estado detenida por el caso durante más de tres meses en la cárcel de Roca.

Uno de los testigos, llamativamente, decidió acabar con su vida en los días posteriores al 27 de octubre de 2001, el día de la muerte de Acosta.

Las dudas siguieron apareciendo y contra ellas debió luchar la familia de "Tony". Se sospechó en su momento que un joven que habría participado del crimen se fue rápidamente de la localidad cuando el caso tomó notoriedad. Tiempo después al mismo joven se lo detuvo en la localidad chilena de Algarrobo junto a un familiar directo, luego de que se conociera que había viajado al vecino país.

También fue llamativo que en las interminables jornadas que duró el juicio oral, Equiza aparecía con machucones, producto de golpizas que le ocasionaban con el único fin de intimidarlo.

A ocho años del asesinato, familiares y amigos de Acosta siguen apuntando al poder político como responsable de la muerte de "Tony" y afirmando que "no están en la cárcel quienes sí deberían estarlo".