Otra vez las acciones sirvieron para desmentir las palabras lanzadas desde el atril de la Casa Rosada por Cristina Fernández. La presidenta presentó ayer la ley de reforma política y negó que se trate de un "traje a medida" para una eventual candidatura presidencial de su marido. Sin embargo, la prueba más fuerte en contra de sus dichos se vio en los paredones de las calles que rodean Balcarce 50: "Ahora Néstor Kirchner 2011", rezan los carteles. Allí aparece la imagen del ex mandatario saludando con un brazo en alto, sobre un fondo azul. Fueron pegados por los grupos políticos y movimientos sociales que responden directamente al "pingüino".

En el acto, Cristina, insistió en que la reforma política "no es una herramienta electoral" y remarcó que como su aprobación requiere mayoría absoluta "es imposible ningún traje a medida".

La oposición no asistió a la Rosada, pese a que fue invitada oficialmente. Tras el discurso de la presidenta lanzaron duras críticas contra la iniciativa oficial (ver reacciones).

Sí estuvieron algunos gobernadores, entre ellos el neuquino Jorge Sapag. Y fue llamativa la ausencia del rionegrino Miguel Saiz, quien siempre dijo presente a todas las convocatorias de Cristina. Anoche trascendió que su malestar se funda en que Nación no le envió fondos para el pago de salarios, lo que le generó un conflicto social importante en su provincia.

La jefa del Estado calificó como "un dato menor que la oposición no haya venido al acto" y luego de resaltar que el "lugar del debate es el Parlamento", estimó que "lo otro es anecdótico".

Durante la presentación, la presidenta subrayó el papel que tendrá la oposición en el Congreso para debatir la propuesta.

La iniciativa contempla, entre otros cambios, el sistema de internas abiertas, obligatorias y simultáneas.

"Las leyes electorales en general requieren mayorías calificadas", explicó, "es decir, la mitad más uno de la totalidad de los miembros de ambas Cámaras" por lo cual aclaró que "es imposible ningún traje a medida", frase que habían utilizado algunos para señalar que esta reforma política apuntaba a favorecer al ex presidente Néstor Kirchner.

El anuncio presidencial se hizo en el Salón de las Mujeres del Bicentenario con la asistencia de la jueza electoral nacional, María Servini de Cubría, sus pares de algunas provincias, varios gobernadores -con la notoria ausencia de Juan Schiaretti, Mario Das Neves y Hermes Binnner, entre otros, y dirigentes de la CGT encabezados por Hugo Moyano.

"Estamos remitiendo al Congreso una ley que hace a una profunda transformación en la representación política argentina" y que "aborda una de las principales críticas por parte de la ciudadanía en el sentido de decir que todo se resuelve a dentro de un cuarto", afirmó la primer mandataria. En este sentido, resaltó especialmente que "estamos proponiendo por primera vez en la República Argentina desde el gobierno, la institucionalización del sistema internas abiertas, obligatorias, primarias". Según explicó la presidenta, el proyecto de ley no es "una pulseada" con la oposición, "es la decisión de ver si podemos ser capaces de democratizar los partidos". (Redacción Central/DyN)