Jueves 29 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 35 > Deportes
Cuando el "infierno" se volvió deseable

La fiesta en el Libertadores de América comenzó cuando apenas se escurrían por el horizonte los últimos rayos de sol e incluyó dos pantallas gigantes en las "Gargantas del diablo" inconclusas, además de cinco proyectores sobre la tribuna Bochini que muestran el escudo de Independiente rodeado de fuego.

Por el campo de juego desfilaron lanzallamas, una murga y las famosas diablitas, que le dieron minuto a minuto colorido a la reinauguración. Las réplicas de las siete Copas Libertadores, las dos Intercontinentales, las tres Interamericanas, las dos Supercopas y la única Recopa ingresaron al campo de juego en las manos de los actuales jugadores.

También pisaron el verde césped cuatro glorias como Miguel Angel Santoro, Roberto "Pipo" Ferreiro, Ricardo "Chivo" Pavoni y Luis Islas. Por su parte, Ricardo Bochini estuvo invitado a la fiesta, pero por diferencias con la actual conducción del club no participó de la celebración.

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