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Rebecca Miller: de tal palo, tal astilla | ||
La hija de Arthur Miller es escritora, actriz y directora. Ahora dirige "Las vidas privadas de Pippa Lee". | ||
LOS ÁNGELES (DPA).- Rebecca Miller parece tocada desde su nacimiento por una varita mágica, bendecida por las hadas buenas de los cuentos. Es hija de uno de los intelectuales más importantes del siglo XX, el gran dramaturgo Arthur Miller, autor de "Muerte de un viajante", y de la fotógrafa austriaca Inge Morath. Acaba de cumplir 47 años. Está casada con el actor Daniel Day Lewis y tiene dos hijos. Estudió arte en la Universidad de Yale. A los dieciséis años ya era pintora. Luego descubrió la actuación e intervino en películas como "Consenting Adults", junto a Kevin Kline y Kevin Spacey, o "Mrs. Parker and the vicious circle", a las órdenes de Alan Rudolph. Escribe todos los días de nueve de la mañana a una. Ha publicado un libro de relatos, "Personal Velocity", que "The Washington Post" eligió como el mejor libro de 2001 y cuya adaptación cinematográfica, que dirigió ella misma, ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance del 2002. Además de inteligente es alta y bella, con unos brillantes e intensos ojos azules. ¿Se puede pedir algo más de la vida? Parece que no. Quizá únicamente que el próximo estreno de su nueva película como realizadora, "The private lives of Pippa Lee", basada en su primera novela, publicada hace más de una año, sea un éxito. "The private lives of Pippa Lee", su cuarto trabajo como directora, cuenta la historia de una mujer, la Pippa del título que interpreta Robin Wright Penn, que, después de que su marido, un famoso y veterano editor al que da vida Alan Arkin, sufra un ataque al corazón, deja su ajetreada vida en Nueva York y se muda a la tranquila y vecina Connecticut. Allí, mientras cuida de su esposo enfermo, conocerá al hijo de sus vecinos que acaba de divorciarse, Keanu Reeves, y comenzará a redescubrir una serie de inquietudes, sensaciones y sentimientos que han estado aletargados en su interior durante demasiados años. "Es una historia sobre la identidad", ha explicado la autora. "Una reflexión sobre los secretos que todos guardamos, aunque sea en el subconsciente". Así, la mujer aparentemente intachable que es Pippa, se transforma por las noches. Es sonámbula, bulímica y fuma como un carretero. Además la cinta revive su juventud, un tanto alocada, marcada por el consumo de estupefacientes. El relato original está narrado en primera persona y en la película la protagonista habla directamente a la cámara contando su historia. Escarbando entre líneas y fotogramas se puede encontrar más de un paralelismo entre la vida de la escritora-cineasta y el personaje protagonista, pero Rebecca Miller es tajante: "No me he inspirado en ninguna persona real, y mucho menos en mí misma o en mi madre". El traslado de la novela a la pantalla ha conllevado también algunos pequeños cambios. Dicen aquellos que han podido comparar novela y película que lo publicado es más oscuro y siniestro que lo que se ve. La autora-directora lo explica señalando que, al terminar de escribir, le dio la sensación de no haber expresado todo lo que debía y quería explorar a sus personajes en una dimensión diferente. La película, producida por Brad Pitt, cuenta en el reparto con la presencia de rostros tan conocidos como Wynona Ryder, Maria Bello, Julianne Moore o Monica Bellucci, aunque, eso sí, haciendo pequeños papeles. Se presentó el pasado mes de febrero fuera de concurso en el Festival de Berlín y más recientemente, a mediados de septiembre, en el de Toronto. Pero la crítica no se ha desecho precisamente en elogios sobre ella. Algunos comentaristas la han calificado de algo dispersa y confusa por los continuos saltos de tiempo que hay pero ha destacado, en cambio, el equilibrio entre el drama que vive una mujer que intenta rescatar su verdadero "yo", sepultado durante años por su matrimonio, y un humor marcadamente surrealista. En ese sentido, despunta sobre todo el trabajo que ha realizado Robin Wright, lleno, según los especialistas, de sutilezas, matices y de una comicidad irresistible. "Cuando vi por primera vez la película en Berlín con la sala llena de gente, ha explicado Rebecca Miller, me quedé muy sorprendida de lo graciosa que la película les parecía a los espectadores y pensé: ¿No será demasiado graciosa?". Y mientras espera el estreno de su película Rebecca Miller sigue sin darse tregua. Prepara ya una nueva novela de la probablemente nacerá un nuevo filme. Para rematar asegura que no necesita niñera para sus niños de 11 y 7 años los fines de semana. Lo dicho, una mujer tocada por las hadas. | ||
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