Miércoles 28 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 31 > Sociedad
No cesan los derrames de petróleo
Vecinos aseguran que todo sigue igual en un campo en la cercanías del río Ñirihuau.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las obras realizadas por el DPA para contener el petróleo que brota sin control en cercanías del río Ñirihuau no dieron resultado y los pobladores de la zona se quejan de que la situación "está peor que nunca". En el campo ubicado a unos 25 kilómetros de esta ciudad, al pie de las condoreras de Ñirihuau, existen antiguas perforaciones realizadas por YPF en los años treinta que quedaron mal selladas y dejan escapar petróleo y gas en forma continua.

Varias familias que desarrollan actividades rurales deben convivir con los manaderos. El espeso fluido negro -que no tiene valor comercial- impregnó una vasta porción de suelo y contamina con manchas oleosas el arroyo Las Minas. A comienzos de 2008, cuando la provincia de Río Negro incluyó esa área en una licitación petrolera, los vecinos expresaron su rechazo y exigieron la remediación de los surgentes de petróleo que padecen desde hace décadas.

Luego de la visita de varios funcionarios y de los reclamos canalizados por la Defensoría del Pueblo, la provincia se comprometió a efectuar tareas de contención a través del DPA.

En los últimos meses una empresa contratada colocó varios tanques semi enterrados de entre 1.500 y 2.500 litros, con cañerías para recoger el hidrocarburo "sobrenadante". Pero el operativo fracasó porque el petróleo mana ahora desde otros puntos.

El delegado del DPA en Bariloche, Gabriel Sorá, informó que está previsto colocar "un reservorio de mayor volumen" (sería una cisterna de 10 mil litros) y esperan convenir también el traslado del hidrocarburo en camiones a un sitio de disposición final. Señaló que para ésta última tarea es necesario contar con transportes adecuados y con la autorización del dueño del petróleo, que en este caso es la provincia. Las condiciones no parecen difíciles de cumplir y en consecuencia resultan poco claras las razones por las cuales el DPA todavía no retiró el petróleo.

Mientras tanto, la familia Crespo (propietaria del campo afectado) comenzó a reunir antecedentes que podrían terminar en una demanda a la provincia. Jorge Crespo aseguró que los derrames se agravaron en los últimos meses y el DPA "hizo mal los trabajos".

Dijo que la exploración hidrocarburífera en la zona habría quedado descartada porque está incluida en la "reserva de biosfera" andino patagónica, según lo confirmó Parques Nacionales.

El pliego de la licitación, en la que quedó precalificada UTE YPF-Pluspetrol, prevé como condición inicial el sellado de los viejos pozos abandonados.

Sorá dijo que ésa sería la solución "de fondo" y que el presupuesto sería 250 mil dólares, aunque el monto real depende de la profundidad en la que se encuentre la rotura.

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