Durante cincuenta años la competencia trató de emularla, aunque sin demasiado éxito. En todo ese tiempo sus propios creadores fueron un borbotón de ideas buscándole distintas profesiones, tuvo un novio que luego pasó a ser su amigo, y luego otro affaire con un surfista, no faltó una compañera de piel oscura... ¡que era ella misma pero pintada!, la llenaron con adornos y vestidos de todo tipo y se dio el lujo de ser la estrella en sus propios videos.

Fue en este medio siglo de existencia el objeto de deseo de niñas -y no tan niñas- de todo el mundo y de alguno que otro varoncito coleccionista entrado en años que también cayó subyugado por su belleza.

Es Barbie... la rubia, blanca, esbelta y codiciada muñeca de Mattel, que nació adolescente y nunca envejeció, representando la belleza perfecta para las niñas que soñaban con ser grandes y la eterna fuente de la juventud para mujeres que veían cómo el almanaque les caía encima.

El año de su presentación en sociedad en la feria americana del juguete en Nueva York en 1959 se vendieron 351.000 muñecas a 3 dólares cada una.

Desde entonces la popularidad de Barbie fue en alza y actualmente con más de un billón de muñecas vendidas se ha transformado en el producto más exitoso en la historia del juguete a nivel mundial.

La primera Barbie salió al mercado con un peinado con cola de caballo, traje de baño con un diseño de cebra en blanco y negro, zapatos con punta abierta, lentes de sol y pendientes. Su atractivo estaba muy lejos del que tiene la que se comercializa en la actualidad, pero las niñas de esa época enloquecieron.

A partir de ahí su reinado nunca estuvo en discusión. Al menos hasta ahora. Decimos esto porque la misma firma que la hizo famosa acaba de lanzar al mercado un nuevo producto que promete dar pelea.

Se trata de una Barbie negra de verdad -no la versión de rasgos blancos pintada presentada allá por los 80- con algunos kilos más que la blanca y con un aspecto afroamericano bien definido, con labios carnosos, nariz más ancha y pómulos más pronunciados.

¿Qué es lo que llevó a Mattel a poner en juego el predominio de su ícono comercial? Obviamente no fue una necesidad de incrementar ventas, ya que actualmente se estima que se comercializan un millón y medio de estas muñecas por semana en todo el mundo.

Quizás influyó en la decisión la llegada de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos, un hecho histórico y sin precedentes en la historia del país norteamericano.

Por lo pronto la creadora de la nueva Barbie, Stacey McBride-Irby, dijo que deseaba "crear una línea de muñecas para muchachitas negras que se parecieran a ellas, que inspiraran un estilo de vida definido y tuvieran objetivos profesionales". La línea de estas muñecas se denomina "So In Style" y está formada por "las adultas" Grace, Kara y Trichelle, cada una de ellas acompañada por una hermanita a la que enseña: Courtney, Janessa y Kianna. Las muñecas que integran la nueva apuesta de Mattel poseen diferentes grados de pigmentación -marrón claro, chocolate y caramelo- y Trichelle y Kianna tienen pelo rizado, otro rasgo de los afroamericanos.

La nueva Barbie salió al mercado con un costo que va de los 8 a los 25 dólares, según los accesorios que la acompañen.

El desafío está planteado. Rubia, morena, ¿o ambas? Los adoradores de Barbie dirán si la apuesta es válida y deberán agregar estantes para poner más muñecas.

MIGUEL VERGARA
mvergara@rionegro.com.ar