CATRIEL (ACA).- Un fuerte disturbio protagonizado por jóvenes en un local bailable devino en un enfrentamiento entre policías y civiles. Dañaron patrulleros y apedrearon la comisaría luego de "rescatar" a tres detenidos. Hubo un enfrentamiento a pedradas que la policía repelió con disparos de balas de goma pues intentaban "copar" la unidad policial. En total quedaron ocho detenidos, tres de ellos mujeres, y se esperaban ayer las órdenes de allanamiento para detener a otras seis personas más.

El jefe de la unidad IX, Néstor Bobadilla, valoró el trabajo del personal policial que logró contener el ataque y detener a ocho personas. Indicó que esperaba las autorizaciones de más allanamientos para ir tras otras seis personas, aunque las detenciones podrían ser más aún de acuerdo a lo que se desprenda de las declaraciones de los detenidos.

La causa quedó radicada en el Juzgado Nº 2 de Cipolletti, en principio por "atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y daños". "No es gente común la que protagonizó este hecho. Se trata de un líder que tiene sus seguidores y que está perfectamente identificado por la policía y la comunidad", dijo el comisario través de FM Alas. También destacó la actuación del personal policial a su cargo "porque si no hubiera sido por eso hoy estaría la comisaría incendiada", dijo.

Todo comenzó alrededor de las cuatro y media de la madrugada de ayer. A esa hora, en un local bailable de calle Mendoza, tres jóvenes habrían comenzado a generar disturbios. Dos policías que prestaban servicio adicional en el lugar habrían intentado calmar los ánimos, pero los muchachos fuera de sí habrían arremetido contra los uniformados.

En ese momento llegó en auxilio uno de los patrulleros, llevándose detenidos a los tres sujetos. Pero otros muchachos, amigos de los detenidos, comenzaron a dañar un móvil policial a modo de represalia, lo que obligó a reforzar la presencia de efectivos en el local nocturno.

Mientras trataban de controlar la situación, un grupo de personas -varones y mujeres- ingresaron a la unidad policial y se trenzaron a golpes con los únicos dos policías que había en la guardia. Así "liberaron" por sus propios medios a los tres detenidos.

A partir de allí comenzó una verdadera batalla campal frente a la comisaría, adonde se congregaron todos los policías para detener el intento de tomar la unidad. Los civiles apedrearon el frente rompiendo vidrios e hiriendo a varios efectivos y civiles.

La policía, por su parte, realizó disparos al aire para intimidar a los desbordados jóvenes, pero esto enardeció aún más al grupo que seguía arrojando piedras. Todo esto obligó a los uniformados a repeler el ataque con balas de gomas, ya que el grupo no sólo apedreaba la comisaría y los móviles sino que también tiraban piedras contra los transeúntes que pasaban casualmente, hiriendo a varios de ellos.

Finalmente lograron controlar la situación con un saldo de ocho personas detenidas, entre las que había tres mujeres. No se descarta que haya más detenciones ya que desde un sector del barrio de las 200 Viviendas continuaron por más tiempo arrojando piedras contra la unidad policial, que está pegada a ese complejo habitacional.