Las estadísticas muestran que existen bebedores de distinta naturaleza, el 84% de la población bebe alcohol para degustar, para acompañar una comida, para desinhibirse en una reunión y ser el más simpático y dicharachero, chistoso, y si para ahí, no tendrá problemas sociales.

Según Pueyrredón, el porcentaje restante lo dividimos en bebedores fuertes, son personas que beben en demasía, y si lo hace cotidianamente o periódicamente bastante seguido se deteriorarán como los bebedores problemas, pero cuando van al médico y este les dice, te hace mal el alcohol, tenés que dejarlo, lo dejará sin mayor problema y mejorará su situación de salud y social, dado que los amigos ya lo veían como bebedor problema".

El colaborador de Alcohólicos Anónimos sostiene que "el otro porcentaje problema, es el bebedor que no puede dejar de beber, que lo necesita, que lo usa como una droga, es una dependencia física y psíquica, ese es el 5-6% de la población en nuestro país".

"La visión social es magnificada ante una mujer alcohólica, que en lugar de tomarla como una adicta, la toma como una mala mujer o una pecadora. Esto da lugar a mayor culpa, mayor tendencia a la clandestinidad por miedo a la estigmatización. Esto ultimo se ve reflejado en que el alcoholismo en hombres suele ser de carácter social, mientras que la mayoría de las mujeres alcohólicas, sino todas, lo hacen a escondidas", sostuvo el doctor Roa.

Indicó Roca que "cada vez es mayor el numero de mujeres adolescentes (en este caso más vinculado al uso de otras drogas ilegales, y tabaquismo), quienes están transformando el cuadro epidemiológico. Mientras Suecia reporta una relación de 20:1 de alcoholismo entre hombre y mujer, Suiza lo hace en 13:1, España 4:1 e Inglaterra 3:1. Desafortunadamente son pocos los datos e imposibles de conseguir en nuestro país, pero seguramente se acerquen a valores semejantes o peores a los de la propia Inglaterra".

Pareciera que también en este tema la discriminación hace de las suyas.