La elección presidencial se realiza en momentos en que la economía del país empieza a retomar dinamismo, después de una breve interrupción del ciclo de crecimiento al inicio de 2009, como reflejo de la retracción de la demanda mundial.

De hecho, el acotado impacto que recibió Uruguay como consecuencia de la actual crisis global gestada en Estados Unidos por el impago de créditos hipotecarios es uno de los argumentos con los cuales la coalición Frente Amplio pretende ser reelegida por otros cinco años en estas elecciones.

Subido a la ola de altos precios de la carne, los granos y otros alimentos en el mundo, de los que Uruguay es exportador, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció a ritmo acelerado en los años recientes: un 7,5 por ciento en 2005, un 4,6 por ciento en 2006, un 7,6 por ciento en 2007 y un 8,9 por ciento en 2008. Eso contrasta con un crecimiento histórico promedio cercano al dos por ciento, un registro que según las proyecciones gubernamentales volverá a ser superado este año.

Tras esta fase expansiva Uruguay tiene actualmente un PIB de unos 32.000 millones de dólares. Con una población de 3,3 millones que crece marginalmente, el Producto por habitante ronda los 9.700 dólares. En los años recientes la cantidad de empleos aumentó y la desocupación (paro) se contrajo hasta niveles históricamente bajos para el país, cercanos al siete por ciento de los activos actualmente. (DPA)