Los analistas de la escasa prensa independiente venezolana criticaron las últimas reformas de Chávez porque -según explican- significan una militarización de la sociedad. "Tenemos que ser un país capaz de defender hasta el último milímetro de territorio para que nadie se venga a meter con nosotros", les contestó Chávez sin aclarar cuál sería el enemigo que acecha. Una interpretación es que Chávez busca un mayor control social para detener las crecientes protestas por la crisis económica, la falta de alimentos, la inflación de dos dígitos y una creciente desocupación.
Las milicias populares y de la reserva, justamente, tendrán como asiento geográfico los barrios y las zonas campesinas.
El nuevo ordenamiento permite "consolidar la visión" de Chávez de convertir a toda la sociedad "en un cuartel", dijo a EFE la analista Rocío San Miguel, que preside una ONG sobre control ciudadano a las Fuerzas Armadas. Estos textos buscan eliminar "los derechos de los civiles a seguir siendo civiles", aseguró y recordó que Chávez "activó en 2005" por decreto las milicias bolivarianas, y el pasado año fijó su organización en el seno de las Fuerzas Armadas. La especialistas consideró que la activación de las milicias probablemente "se implementarán de manera selectiva" en las regiones donde "le convenga" al gobierno. Y alertó del riesgo de la mayor "proliferación" de grupos armados en un país que ya tiene problemas para controlarlos y donde las armas sin control provocan inseguridad. (Agencias)