La cantante lírica argentina Gabriela Pochinki tuvo que ir a una corte acusada de generar un drama de proporciones operísticas en un café de Manhattan. Se le acusa de empujar al gerente del café, gritar y negarse a pagar su cuenta. Testigos dijeron que la soprano hablaba en tono muy alto por su celular y el gerente le pidió que bajara la voz. Entonces lo increpó a gritos y se negó a salir cuando se lo pidieron el propio gerente y la policía. Más tarde los cargos fueron suspendidos. Esto quiere decir que las acusaciones se retirarán si no se mete en problemas durante seis meses. (AP)
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