WASHINGTON.- El presidente Barack Obama declaró el brote de gripe A una emergencia nacional y dio poderes a su secretaria de Salud para que actúe sin necesidad de seguir las normas federales en los hospitales y agilizar el tratamiento para las personas infectadas con el virus.
El presidente señaló que la pandemia continúa avanzando y los niveles de la enfermedad aumentan rápidamente en muchas zonas, además de que existe la posibilidad de "sobrecargar los recursos del sistema de salud".
El país tiene millones de casos de infectados y más de mil muertos a causa de la enfermedad, anunció ayer la Casa Blanca.
La declaración de emergencia eleva la capacidad de las instituciones sanitarias para manejar el pico de pacientes. Les permite llevar a cabo planes operativos de emergencia gracias a exenciones de requerimientos federales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dijeron que la gripe H1N1 se ha extendido en 46 de los 50 estados de Estados Unidos, un nivel comparable con el máximo de las temporadas de influenza estacional, aunque mucho antes y con más medios de contagio que lo esperado. El comunicado de la Casa Blanca señaló que la declaración intentaba preparar al país en caso de "un rápido incremento en los contagios que pueda desbordar los recursos de asistencia sanitaria" y era similar a las declaraciones de desastre emitidas antes de que los huracanes toquen áreas costeras.
La gripe estacional normalmente alcanza su pico entre fines de noviembre y principios de marzo.
La influenza H1N1 ha afectado mayormente a adultos jóvenes y niños, mientras que la gripe estacional normalmente es más peligrosa para personas sobre los 65 años.
La nueva cepa H1N1 ha dado muerte a más de 1.000 estadounidenses y llevado a más de 20.000 al hospital en Estados Unidos desde que emergió en este año, dijeron los CDC.
A principios de este mes, las vacunas para prevenir la gripe H1N1 comenzaron a distribuirse en Estados Unidos. (AP, AFP)