NEUQUÉN (AN).- Un allanamiento realizado a una guardería maternal, producto de una decena de denuncias por presunto maltrato hacia los niños, derivó en la clausura del local por no contar con la habilitación de la cocina, utilizar un depósito como dormitorio para bebés y no cumplir con las condiciones técnicas y de seguridad reglamentarias.

La historia se remonta a mediados de mes, según confiaron fuentes judiciales, cuando la Defensoría del Niño recibió al teléfono 102 unas diez denuncias por supuesto maltrato infantil. "Se denunció que a los chicos le metían la cabeza en agua fría cuando lloraban mucho, que los golpeaban y hasta les negaban el agua. Por lo general los más afectados eran los chiquitos menores de dos años, que no tenían posibilidades de contar a los papás la situación", detallaron.

Cuando el personal del Sistema de Investigaciones Fiscal (SIF) ingresó al edificio, encontraron que el depósito donde había cajas, escaleras y elementos varios hacía las veces de dormitorio de bebés. "Había tres cunas y en una de ellas una criatura de nueve meses durmiendo", relató una fuente consultada.

El procedimiento fue ordenado por el Juzgado de Instrucción Nº 4 y al personal del SIF se sumaron agentes de la Defensoría del Niño, la Dirección de Comercio y Bromatología del municipio y el Consejo Provincial de Educación.

La guardería privada "Cariñositos", ubicada en Buenos Aires casi Leloir, contaba con cuatro salitas, con un promedio de 15 chicos cada una.

De acuerdo con la memoria técnica por la cual la habilitaron años atrás, el local habría sido ampliado sin autorización municipal y no contaba con baños diferenciados para niños y adultos.

El personal de Bromatología determinó que la cocina no estaba habilitada y además encontró que los alimentos estaban entremezclados con los elementos de higiene.

Otra de las irregularidades detectadas por los inspectores e investigadores judiciales, situación que está siendo analizada en profundidad, es por qué la docente que aparece como directora del establecimiento no era la que figuraba en los papeles de la habilitación del local.

El procedimiento que comenzó en horas del mediodía de ayer se extendió hasta la tarde, ya que los pesquisas aguardaron a que los papás se acercaran a retirar a sus hijos y tras las notificaciones de rigor se extendió la faja de clausura preventiva.

En paralelo, la fiscalía se encargará de continuar adelante con la investigación generada a partir de las denuncias de supuesto maltrato a los pequeños.