NEUQUÉN (AN).- A medida que los papás iban llegando a la guardería para retirar a sus hijos y tomaban conocimiento de lo sucedido, sus reacciones de sorpresa y fastidio se hacían sentir. Con su pequeño de un año en brazos, una mamá dejaba la guardería asegurando que "me sorprende muchísimo esto. Siempre han sido muy atentos acá y nunca tuve un problema. Es muy llamativo".

Otro papá que salía con su hijo se mostró un poco más molesto, no por el allanamiento y las denuncias que recaen contra los responsables del local, sino por las consecuencias de la clausura: "¿Dónde voy a llevar al nene el lunes?, porque yo tengo que trabajar. Esto es un trastorno", aseveró el hombre.

Nicolás, papá de un chiquito de 3 años y medio, se mostró sorprendido y preocupado: "No tenía la menor idea. Siempre que le pregunto a mi hijo nunca me contó nada raro. Él siempre viene contento al jardín y nunca volvió a casa con ninguna marca de golpe o algo por el estilo".