El gobierno podrá mantener en secreto el proceso de la revisión de su economía que realice el Fondo Monetario Internacional (FMI), dado que el organismo informó ayer que el país tiene el derecho de impedir la publicación de sus documentos.
"Entendemos que es una situación delicada, así que no hay ninguna necesidad de que la gente que vaya allí se reúna con la prensa, en absoluto", dijo el director del departamento de América del FMI, Nicolás Eyzaguirre, en un encuentro con periodistas en Washington.
El país podría evitar así cualquier declaración pública del FMI sobre la situación de su economía, pues la carta magna de la entidad requiere la autorización del gobierno en cuestión para publicar los estudios sobre su economía.
De este modo, el organismo se verá sometido a la habitual estrategia de los Kirchner que consiste en evitar que trasciendan datos negativos de su gestión. La manipulación de los relevamientos del Indec es el ejemplo que mejor explica este comportamiento.
El equipo del Fondo que se desplazaría a Buenos Aires -si el gobierno da su beneplácito- para reunirse con las autoridades, académicos y analistas privados elaborará un estudio que servirá de base de discusión en el Consejo Ejecutivo del Fondo.
Nicolás Eyzaguirre, señaló ayer en São Paulo que el canje de deuda con bonistas en default que propuso la Argentina es algo "muy positivo e inevitable para posibilitar el acceso a los mercados".
Según dijo el funcionario, si bien el Fondo "no está para defender a los inversores privados" señaló como algo "muy positivo" la intención de levantar el cerrojo legislativo que se había impuesto a una nueva negociación. También Eyzaguirre señaló que el organismo "está deseando" llegar a un acuerdo con la Argentina para llevar a cabo la revisión de la economía, tal como lo prevé el Artículo IV de los Estatutos para todos sus miembros.
"La pelota está en la cancha de la Argentina y son sus autoridades quienes tienen la soberanía para decidir sobre esto", dijo el funcionario después de presentar un informe sobre perspectivas de la región frente a un escenario de recuperación.
Antes de salir de Washington, Eyzaguirre había comentado que la Argentina "podrá mantener en secreto" el resultado de esa revisión, ya que "tiene el derecho" de impedir la publicación de documentos.
También aseguró que la misión que viaje a Buenos Aires "no va a hacer" declaraciones al periodismo, aunque justificó que "si nos reunimos con el señor equis y el señor equis dice que se habló de esto o aquello, no podremos hacer nada al respecto".
La vocera del Fondo Monetario, Caroline Atkinson había señalado que aún no hay acuerdo con la Argentina para enviar esa misión. Además, en declaraciones al diario "Clarín" publicadas ayer y en relación a la confidencialidad y al pedido de que no haya recomendaciones de política económica, Atkinson señaló que igualmente "siempre hay un informe que es elevado al Directorio que incluye las opiniones del gobierno y la opinión del staff y las discusiones entre ellos".
Igualmente, es de práctica en Washington atender pedidos especiales, si los países se niegan a publicar precisiones sobre la evaluación. La Argentina impidió sistemáticamente la revisión anual desde el año 2006, después de la cancelación de los préstamos con el organismo. (Redacción Central/DyN)