El ministro de Economía, Amado Boudou, anunció ayer la reapertura del canje de los 20.000 millones de dólares de deuda en default para los bonistas que no aceptaron la propuesta de reestructuración lanzada en 2005.

Los efectos del anuncio se hicieron notar con fuerza en los mercados e inyectaron optimismo. Se dispararon hasta 10% las acciones de los bancos y subieron fuerte los bonos (ver recuadro).

El primer paso para el lanzamiento del canje será el envío de un proyecto de ley al Congreso, para suspender temporariamente la denominada ley Cerrojo.

La norma impide reabrir la operación para los holdouts, quienes no la aceptaron, clausurando la posibilidad de que quienes no habían ingresado en 2005 recibieran una propuesta mejor. "No vamos a terminar con el cerrojo, sino a suspenderlo para permitir que en esta ventana de los mercados financieros la Argentina pueda sacar provecho de esa situación", dijo Boudou.

El ministro confirmó que la oferta incluirá una quita levemente superior al 65% aplicada en el canje de hace cuatro años, que tuvo una aceptación del 76 por ciento.

A su vez, consideró que la oferta implicará la incorporación de dinero fresco para la Argentina. También que la emisión nueva rondará el 10% de los montos que sean canjeados y que, a diferencia de lo ocurrido en 2005, el Estado no va a pagar comisiones por los montos transados.

"Se firmará una carta mandato con tres bancos, que servirá para definir la letra chica, los puntos de la reestructuración de deuda", agregó.

El ministro dio a entender que volverá a incluirse en la propuesta un bono atado al PBI, aunque consideró que en el canje anterior este elemento no fue "valorado" por el mercado financiero. "Ha sido demostrado que es un buen instrumento, tanto para la república como para los tenedores de papeles, porque permite que ambos seamos parte de una ganancia en momentos en que el país mejora", destacó.

Al ser consultado sobre el nivel de aceptación que el Gobierno espera obtener, tras el 76% del primer canje, el ministro consideró que "avanzar sobre un proceso de este tipo tiene rendimientos decrecientes, pero un piso del 60% para nosotros sería una muy buena marca".

En consonancia con la reserva de Boudou respecto de los detalles de la propuesta, Lorenzino evitó responder acerca de si se contemplarán los intereses desde 2005 y si se ofrecerá un bono a los bancos.

Sobre los tenedores que podrían no ingresar al canje y continuar con las demandas contra el país, Boudou se mostró confiado con el reciente fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que liberó fondos de la Anses que se encontraban congelados en EE.UU. "La república obtuvo un fallo muy importante la semana pasada, en fondos vinculados al sistema previsional . No sólo se resolvió favorablemente, sino que se marcaron algunos límites para el futuro", destacó. (DyN/AFP)