Viernes 23 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Crece la polémica por el escrache y los piqueteros

BUENOS AIRES (DyN) - El gobierno y el radicalismo volvieron a cruzarse ayer por el "escrache" que tuvo como blanco al titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, y las acusaciones contra la organización barrial Tupac Amaru, polémica a la que también se sumaron voces de la CTA y hasta del grupo Quebracho.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, calificó de "repudiables" las agresiones a Morales, pero también advirtió que en la oposición puede haber "un componente de sobreactuación de algunos dirigentes que quieren con esto sacar algún rédito político". El funcionario consignó que el gobierno ha "financiado a organizaciones sociales para programas sociales. De ninguna manera creemos que estas organizaciones sociales sean concebidas como grupos de choque o grupos armados. Eso es un verdadero disparate", aclaró.

Al cruce salió el diputado radical jujeño Miguel Giubergia, quien estuvo en el episodio del viernes de la semana pasada con Morales, y apuntó: "Pasaron casi siete días de la agresión y el ministro del Interior se despierta recién ahora. Hubiera sido mejor que siguiera escondido", dijo. " El que busca sacar ventaja, usando el clientelismo como práctica habitual es el gobierno, que financia sin ningún tipo de control a los piqueteros amigos ".

Y volvió a embestir a la organización social, al sostener que "la que mantiene de rehenes a los pobres en Jujuy es la organización Tupac Amaru de Milagro Sala, adicta al kirchnerismo, del que Randazzo forma parte. Utiliza la plata de todos los argentinos para agredir, intimidar a los que piensan distinto".

En tanto, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, volvió a defender a Milagro Sala, al remarcar que gracias a la existencia de la Tupac en Jujuy, "perdió espacio la lacra del clientelismo político, el narcotráfico y los grupos mafiosos". Yasky destacó que Tupac Amaru logró "construir 3.800 viviendas, en este momento todas habitadas; hay escuelas y un centro de salud con tecnología y un tomógrafo para todos los jujeños". Si hacía falta, se sumó al debate el jefe del grupo Quebracho, Fernando Esteche, quien respaldó a la dirigente social jujeña, pero aclaró que ese apoyo no es extensivo al gobierno nacional, al que acusó de generar "saqueos" y tener "vestigios autoritarios", además de negar que su agrupación tenga armas.

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