El Concejo Deliberante de la pequeña localidad de Lonquimay, en La Pampa, trataba anoche una ordenanza que permitiría que siga abierto el cabaret Good Night.
El jueves, el intendente de esa localidad, Luis Rogers, se opuso a la clausura del local porque consideró que es un lugar de "contención espiritual".
En una sesión a puertas cerradas, el Concejo Deliberante de la localidad se aprestaba a sancionar anoche una norma que protegería la continuidad del local de esparcimiento nocturno.
La ordenanza, según informaron medios provinciales y nacionales, no permitiría la apertura de otros cabarets, algo que se presumía como una probabilidad bastante factible ante la decisión tomada en Santa Rosa y adoptada también en otros pueblos pampeanos de cerrar y prohibir los cabaret y las whiskerías, por considerar que propician la prostitución y la trata de personas.
Rogers anunció que la sesión sería a puertas cerradas: sin prensa ni vecinos. "Tuve algunos problemas con algún periodista. Que se enteren después", dijo según "Clarín" .
La presidenta del Concejo Deliberante, Ana Weigum, coincidió: "Entendemos que lo mejor es tratar el tema de la whiskería en forma privada".
