SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los médicos de esta ciudad, en acuerdo con sus pares provinciales, suspendieron ayer la atención a los afiliados del Ipross y anticiparon la decisión de profundizar progresivamente la medida en reclamo de unos $11 millones que adeuda la obra social a la Federación Médica de Río Negro.
La medida de fuerza fue anticipada semanas atrás al interventor del Ipross, Alcides Pinazo, que no logró articular una propuesta alternativa para reducir la deuda y restablecer las pautas de pagos mensuales acordadas con los profesionales de la salud.
El viernes pasado se efectuó un pago parcial, cercano a los $900.000, que alcanzó a cubrir el 40% de la cápita de mayo sin ningún compromiso de pagos futuros. Esa respuesta fue considerada "una burla" por el directivo del Colegio Médico de Bariloche, Carlos Garate, quien aclaró que "tampoco pretendemos tanto, en la última reunión con Pinazo le dijimos que nos pagaran una cápita completa y nos sentáramos a negociar un cronograma de pagos".
La médica y dirigente Ana Martínez Infante señaló que "los atrasos comenzaron en 2009" con el agravante de no haber firmado el acuerdo alcanzado para el aumento de la cápita, que debió formalizarse en abril y todavía permanece demorado en Fiscalía de Estado.
Las autoridades del Ipross deslindaron responsabilidades en el Ministerio de Economía que estaría reteniendo el fondo de $22 millones comprometido para equilibrar las cuentas de la obra social. Por lo mismo, la Federación Médica solicitó audiencia con el ministro de Economía, Pablo Verani, que se negó a recibirlos resquebrajando aún más las posibilidades de negociación.
Los médicos temen que la deuda adquiera una dimensión que la torne incobrable y anticiparon la decisión de profundizar las medidas de fuerza hasta obtener una respuesta del gobierno. "Es sabido que cuando una deuda crece demasiado el problema no es del deudor sino del acreedor", dijo Garate.
Ante esa perspectiva convocarán a los gremios estatales que dependen de la obra social.
