Miércoles 21 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 30 > Sociedad
Novedosa operación a un recién nacido en Roca
En el hospital López Lima le repararon la pared abdominal aún unido por el cordón umbilical.

ROCA (AR)- A través de una novedosa técnica desarrollada por un especialista de Bahía Blanca, ayer por la mañana se concretó por primera vez en el hospital Francisco López Lima una operación a un bebé que presentaba una enfermedad congénita, denominada gastrosquisis.

Lo más llamativo de este nuevo método es que se logró reparar la pared abdominal del pequeño en el momento justo en el cual se estaba produciendo la cesárea y cuando todavía se encontraba unido a su madre a través del cordón umbilical.

El cuerpo médico estuvo coordinado por el cirujano infantil Javier Svetliza, quien llegó especialmente a la ciudad para colaborar en la operación.

Básicamente, la gastrosquisis es una lesión en la pared abdominal en la cual, por distintos motivos, los vasos que nutren ese sector quedan sin irrigación. Es allí que se forma un "orificio" por el cual los intestinos salen del cuerpo del bebé.

Svetliza explicó que existen dos momentos claves en el desarrollo del pequeño. Uno es en el propio útero de la madre y otro es fuera de él, cuando toma por primera vez oxígeno. "La estrategia es cuidarlo en esos dos momentos. Cuando el intestino se comienza a lastimar hay que suspender el embarazo tratando de que no sea muy prematuro o en todo caso que se tomen los recaudos para que los pulmones estén desarrollados", explicó.

Uno de los pilares en los que se apoya esta técnica, según el cirujano infantil, es el diagnóstico prenatal en el cual se monitorea constantemente el estado del bebé y las condiciones en las cuales se encuentran sus intestinos. Es por eso que ayer destacó el papel que desempeñaron los especialistas locales para contar con la mayor cantidad de información posible del paciente y de su madre.

La cirugía al bebé de 35 semanas (denominada simil-exit) no demandó más de cinco minutos, pero requirió de coordinación extrema de los especialis-tas, ya que buena parte del éxito de la operación depende de ello. Apenas el obstetra comienza con la cesárea, paralelamente se inicia el trabajo del cirujano, quien toma al bebé y "reduce" (introduce) el intestino y el neonatólogo controla la respiración del pequeño y monitorea el cordón umbilical.

Otro de los puntos a favor que tiene esta técnica es que el niño no recibe ningún tipo de anestesia. Los métodos que se utilizaban anteriormente demandaban que estuvieran días enteros con el intestino afuera, lo que provocaba innumerable cantidad de problemas posteriores y, en varios casos, más de una operación. Además requería de anestesia total y la cirugía se prolongaba por no menos de una hora.

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