SANTIAGO DE CHILE.- Un nuevo activista mapuche murió desangrado ayer en la zona sur de Chile, en medio protestas y tiroteos entre miembros de esta etnia y la policía, informaron ayer líderes indígenas, que anunciaron que renuncian a la nacionalidad chilena y llamaron a una "guerra" contra el gobierno y el Estado de Chile.
La identidad de la víctima, que actuó en un ataque incendiario a camiones, aún es desconocida y su cuerpo permanece al interior de las comunidades, que exijen tierras y derechos autonómicos.
Los dirigentes de la etnia, agrupados en la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), dijeron que además de renuncian a la nacionalidad chilena lucharán por conquistar una nación mapuche autónoma, "del río Biobío al sur".
"Damos por terminado todo diálogo con la República de Chile y le declaramos la guerra, desde hoy (por ayer) en adelante", aseguraron los líderes de la coordinadora, en un comunicado.
La organización indígena, que agrupa a algunos de los sectores más radicales de esa etnia en Chile, insistió que la violencia que impulsan busca "repudiar los hechos de violencia contra el pueblo mapuche".
La polémica surge luego de una escalada del histórico conflicto, tras la muerte en agosto de un joven activista mapuche a manos de la policía, durante la ocupación de un predio en el sur del país. Además coindice con la revelación de golpizas de policías a mapuches.
El conflicto, aunque tiene varias aristas, está enmarcado en la histórica lucha por la recuperación de tierras que la etnia mapuche considera ancestralmente suyas.
El gobierno, aunque dice estar dispuesto a escuchar las demandas mapuches, alegó que ya cedió o regularizó a comunidades de esta etnia la propiedad de 650.000 hectáreas, desde 1990. Además anunció la entrega de otras 30.000 hectáreas a comunidades "pacíficas".
Según cifras oficiales, la pobreza azota a uno de cada cinco miembros de la etnia mapuche, un 50 por ciento más que el promedio general de la población. (Télam)
