Lunes 19 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. > Deportes
Impulso ganador
Con dos goles de Gaitán y sufriendo, Boca venció a Tigre y se acerca. El Rojo dejó pasar una gran chance. Vega cuidó el cero en River
"¿2 a 0? El peor resultado..." Un lugar común del fútbol que para Boca casi se convierte en pesadilla. El Xeneize ganaba más que cómodo 2-0 a Tigre, pero no cerró el partido y permitió que el equipo de Diego Cagna consiguiera el descuento e hiciera sufrir innecesariamente a los "players" del Coco en el final del juego.
El 2-1 definitivo le permitió a Boca sumar su tercera victoria consecutiva, que lo ubica en una posición expectante en el torneo Apertura y le permite llegar al Superclásico con envión positivo.
La de ayer, en la cancha de Vélez, donde Boca fue local mientras Ricardo Arjona tenía La Bombonera para él, fue la mejor producción azul y oro en el actual ciclo de Alfio Basile, con Riquelme mucho mejor físicamente y en el trato de la pelota, algunas brillantes intervenciones de Abbondanzieri y la aparición goleadora de Nicolás Gaitán, autor de los dos tantos.
En la columna del debe Xeneize puede leerse que el equipo no cerró el partido cuando debía y quedó expuesto a sus debilidades defensivas, que persisten, y que no le permiten terminar un partido con su arco en cero. Tigre fue superado en la mayor parte del juego, aunque en el último tramo produjo lo mejor de su trabajo y estuvo cerca del empate.
En el primer tiempo, Boca hizo circular la pelota tan bien como hacía mucho tiempo no lo conseguía, con un gran trabajo de Riquelme. Tigre se insinuó con peligro en algunos contragolpes, pero le costó mucho afirmarse en la mitad de la cancha.
El equipo de Basile tuvo ocho aproximaciones en la primera etapa y no concretó ninguna. Lo logró a los 4 minutos, por intermedio de Gaitán. Diez minutos más tarde, Insúa asistió a Gaitán, quien de cabeza marcó el segundo gol suyo y de Boca. 
Boca manejaba bien el balón en ataque y pudo haber resuelto el partido, pero Riquelme falló en dos definiciones tras dos grandes jugadas y el equipo de Basile estaba muy mal parado atrás.
A los 33, se escapó Lazzaro por izquierda, colocó un centro a media altura y Luna de cabeza descontó y el partido se hizo de ida y vuelta. Al final ganó Boca y está bien, pero cuando se tiene ocasión de definir con comodidad y se termina pidiendo la hora es síntoma de que algo no funciona.
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