Lunes 19 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 27 > Cultura y Espectaculos
Los Van Van vienen a arrasar con sus sones
La orquesta cubana se presentará pasado mañana en el Casino Magic de Neuquén. "Río Negro" habló con Edmundo Pina Machín, que lleva 27 años en la banda.

Entre los líderes de la explosión musical cubana de los 90, están NG la Banda, Paulo FG y su Élite, la Charanga Habanera, Bamboleo, Azúcar Negra, Danny Lozada y la Timba Cubana, la Charanga Forever, y claramente destacados Los Van Van.

La orquesta liderada por Juan Formell llega a la región para repasar clásicos y presentar su nuevo material "Arrasando" (2009), pasado mañana a las 22 en el Salón Rainbow de Casino Magic, en Neuquén. Los Van Van son fruto de la herencia afro empapada de tambores, ritos religiosos y una mezcla de diferentes culturas.

A la vez dueños de un sonido que retrata enérgica y crudamente la mixtura de ritmos caribeños, rock y jazz, sus letras sociales, comentarios de la realidad, son otro de los tantos componentes que los identifican como el uso de lo picaresco, la ironía, el costumbrismo.

Ese estilo, bautizado "Timba Cubana", ha quedado registrado en más de treinta y tres discos.

En el lobby del hotel que ocupan cada vez que arriban a Buenos Aires, "Río Negro" compartió una amena charla con el trombonista Edmundo Pina Machín, hombre de Sancti Spiritu, en medio de la isla, que lleva acumuladas 27 temporadas con Los Van Van.

"Desde los inicios ha sido una orquesta fusión de música cubana con influencias, según dice Juan Formell, de Los Beatles, de muchas agrupaciones de aquel entonces. El director tenía 22 años y era muy influenciable. Hay que ver cómo estaban asomando formaciones, sobre todo la Aragón, una orquesta de primer nivel internacional y en Cuba. Formell y sus músicos rompen con las estructuras, con los giros melódicos, con la forma de ejecución de esos momentos, gracias a su talento", cuenta el músico cubano.

-En 40 años el desarrollo ha continuado? ¿Cómo se alimenta, cómo se discute?

-El director está, sigue muy abierto a influencias y a los aportes nuestros. Siempre ha querido evolucionar con su cabeza y con la de los demás. Hemos generado nuevos timbres con nuevos instrumentos y el ha estado dispuesto a aceptar las propuestas. Es una de las cosas que han llevado a esta orquesta a un paso vanguardista. En los últimos tiempos, en los últimos discos hay más composiciones de integrantes de Los Van Van, que del propio Formell.

-Viven un tiempo en Cuba, conocen otras culturas, llevan datos de ellas a su tierra. ¿Cómo es ese diálogo entre el afuera y el adentro?

-Es bien interesante para cualquier ciudadano de cualquier país esta experiencia de viajar tanto por diversos países como Corea, Australia, Grecia. Es algo que enriquece espiritualmente e imagino que recibimos muchas influencias musicales. Para mí es una felicidad como ser humano.

-Su vida es salir y entrar. Algunos pueden viajar cada tanto, muy pocos, todo el tiempo.

-En mi caso particular, no puedo hablar en forma colectiva, me nutre mucho, me enseña mucho, no sólo de la cultura. Tengo muchos amigos por el mundo, conozco la economía, la política y en general, eso enriquece. Y me hace querer más a Cuba, ver los defectos que tiene, conocer las situaciones de otros países, saber que no toda la gente de otras partes puede viajar. Puede que tenga la posibilidad pero no el dinero. El que viaja tiene mucha suerte y para mí es algo bien gratificante.

-En la Argentina le acercarán, comprará discos de tango, de folclore, de nuestros jazzeros, de Mercedes Sosa. En Grecia, otra música. ¿Cómo se cuela esa información al tocar el trombón?

-Mi cabeza es como un disco duro y hay veces que hasta la misma música cubana sale y uno no se da cuenta porque se da intuitivamente. En mi caso. Hay compañeros que estudian para componer con influjos argentinos. Y en lo colectivo, algunas veces sale algo tímbrico, algún figurado de otro país. Normalmente somos una orquesta de música bailable, entonces hay patrones casi rígidos que mantenemos y las influencias pueden ser en algún timbre, en algún ritmo. Por ejemplo, yo toco también percusión y allí tengo un poco más de libertad para hacer algo diferente que no esté tan marcado rítmicamente en la base que sostiene lo bailable. Es como en las discotecas, donde siempre es pum, pum, pum?

-Punchi, punchi le decimos?

-Aquí, de otra manera, hay un ritmo estricto.

Edmundo cuando descansa el trombón, toca un pad electrónico llamado Highpad, una computadora de percusión, utilizando timbres relacionados con lo afrocubano, tumbadoras, clave, bombo.

"Algunas veces uso bases de hip hop, esos bombos profundos, bien graves, o algo del Brasil. Manejamos, sin querer, también polirritmia de varios países latinoamericanos, por ejemplo de la bomba puertorriqueña; se mezcla todo y sale algo nuevo.

-A 27 años de haber ingresado, además de viajar y conocer mundo, le sigue apasionando musicalmente estar en este grupo.

-Hay determinados momentos que me aburro de algo, no sé. Pero, como grabamos y cada disco es algo nuevo, siempre la emoción se renueva. Lo que más me estimula es tocar el nuevo compacto."

-Tiene usted en dos familias. La que queda en Cuba y la de sus compañeros de Los Van Van.

-Sí, son dos familias. Es muy difícil, muy difícil la convivencia porque somos muchos y ahora hay diferentes generaciones y distintas culturas. Ha habido hasta roces? Pero el amor al trabajo y lo bueno de él, económica, social y espiritualmente estimulante, hacen pasar por encima las dificultades que pueden presentarse en determinados momentos con los compañeros.

En la música se imponen los más talentosos. Los más jóvenes creen que saben todo, entonces los de mayor edad damos paso porque ya uno no tiene tanto ímpetu para imponer un criterio. Hay una balanza que el director bien equilibra, que es mayor pero sabe aceptar otras opiniones. Pero los más talentosos de cualquier generación siempre se imponen. A medida que uno va siendo más grande va buscando otros intereses?".

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