SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El reciente asentamiento que conforma el barrio Nahuel Hue II de esta ciudad se convirtió, en poco tiempo, en el sector más precario, peligroso y violento de Bariloche. Los episodios con utilización de armas blancas y de fuego parecen haberse convertido en moneda corriente en el lugar, a punto tal que el último hombre que sufrió una herida leve causada por un disparo se presentó en el hospital local para recibir curaciones, pero prefirió no denunciar a su agresor.

Una disputa originada en esa barriada, el sábado por la noche, incluyó amenazas de muerte y la detonación de varios disparos, aunque no se registraron denuncias de personas heridas. Sin embargo, un vecino sí denunció la existencia de amenazas y de disparos intimidatorios, situación que motivó el traslado hasta el lugar de una comisión de efectivos policiales de la comisaría 28. En ese procedimiento los uniformados secuestraron el arma presuntamente utilizada y detuvieron provisoriamente a un sospechoso.

A las 0:30 de ayer, los agentes que acudieron en respuesta al llamado que denunciaba disturbios en el Nahuel Hue observaron la presencia de un automóvil con varios hombres en su interior, y cuando los hicieron descender para identificarlos hallaron en el habitáculo un revólver calibre 22 con 6 proyectiles en el tambor y otro en posición de tiro.

En otro episodio, ocurrido casi en forma simultánea en el mismo barrio, los uniformados allanaron una vivienda por orden del juez penal de turno para tratar de ubicar la cartera que momentos antes le habían arrebatado a una mujer. La propia víctima le indicó a los agentes dónde se había ocultado el delincuente, pero presumen que pudo haber utilizado ese predio como medio de paso, porque no encontraron al individuo ni a la cartera en el lugar.

Por último, las autoridades de la Comisaría 28 informaron sobre la presencia de un joven en la sala de Guardia del Hospital Zonal que presentaba una herida de bala, pero la víctima no quiso denunciar a quien le había disparado, situación que a juicio de los uniformados podría derivar luego en otro episodio de los denominados "ajustes de cuentas".