La presidenta Cristina Fernández, si bien reclamó a los peronistas "no contribuir al festival de vanidades e insultos" que predominan en la política nacional por estos días, minutos después lanzó que "que quienes agravian o descalifican lo hacen porque no se les cae una sola idea para debatir propuestas alternativas" a la oficial.

"La gran lucha que debemos llevar adelante, es el debate de ideas", en particular, para "desarticular la trampa mortal" que supone el "neoliberalismo, que arrasó con la política", lanzó la mandataria al encabezar el acto por el Día de la Lealtad peronista, en La Plata.

Según aseguró, "el neoliberalismo económico produjo la gran trampa de dejar a los políticos el manejo del sistema institucional para reservarse para sí el manejo económico, y dejó la paradoja por la cual los políticos debían rendir cuentas" sobre algo que no estaba en sus manos.

En La Plata, Fernández hizo uso de la palabra desde las 18.44, luego de que hablaran el vicegobernador bonaerense y presidente del PJ, Alberto Balestrini, el gobernador Daniel Scioli y el dirigente histórico Antonio Cafiero, quien fue homenajeado.

"El gran desafío del siglo XXI es lograr una reforma política donde los partidos se democraticen en serio y sea la sociedad la que se comprometa con estas instituciones básicas de la democracia", empezó Fernández en su discurso. Entre los presentes estaba su esposo y antecesor, Néstor Kirchner y Hugo Moyano.

En otra parte de su intervención, la mandataria dijo que el país se divide, "desde 1810, entre los que miran para afuera y esperan que les digan lo que tienen que hacer" y los que, como ella, apuestan a un "modelo popular" para hacer una construcción "amplia y generosa".

Para el final, aclaró que hablaría, ahora sí, como presidenta, y agradeció a los presentes "el apoyo dado en todos los momentos", particularmente en los "difíciles, que no han sido pocos". (DyN)