SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los alumnos del colegio Vuriloche decidieron ganar la calle con una campaña de educación vial dirigida especialmente a los adultos, a quienes les piden un compromiso para mejorar su conducta de manejo.
No es la primera iniciativa de este tipo surgida desde una escuela, pero sí tiene la originalidad de involucrar a los mismos conductores, que en la mayoría de los casos no se negaron a firmar el compromiso de buenas prácticas viales.
Puntualmente, los escolares le pidieron a la gente que en adelante cumpla con la obligación de frenar en las sendas peatonales, además de usar el cinturón de seguridad y no llevar menores de 12 años en el asiento delantero.
A aquellos que prestaron conformidad les entregaron una calcomanía que dice: "manejo con cuidado, tengo un compromiso con los chicos de mi ciudad".
La campaña recibió el apoyo del Consejo de Seguridad Provincial y de Defensa Civil del municipio, que aportó los recursos para planillas de firmas y calcos.
Lo paradójico es que el mismo municipio hace poco y nada para lograr un tránsito mínimamente ordenado. Las "líneas de cebra" para los peatones están despintadas en la mayoría de las esquinas, los inspectores tienen una presencia mínima y sólo en horario administrativo, y el estacionamiento es un verdadero caos.
El municipio rompió meses atrás su relación con la empresa Altec y eliminó el sistema medido y pago, de modo que el estacionamiento es libre en toda la ciudad. La falta de controles y de una grúa para remover a los infractores permite que proliferen los vehículos aparcados sobre las veredas, en ochavas, garajes y cualquier otro sitio prohibido. El mismo viernes, mientras los chicos realizaban su campaña de concientización en el Centro Cívico, muchos de los vehículos que ya exhibían su calcomanía permanecían estacionados alrededor de la plaza, donde está vedado por cordones amarillos y numerosos carteles.