Una guerra abierta de más de diez horas entre narcotraficantes en una favela de Río de Janeiro causó al menos 10 muertos, entre ellos dos policías que ocupaban un helicóptero que explotó tras ser tiroteado y derribado por los grupos criminales.
El helicóptero Fénix de la Policía Militar de Río de Janeiro fue derribado a tiros de ametralladora cerca de las 10.20 locales cuando sobrevolaba la favela Morro dos Macacos, en el barrio Vila Isabel, en la zona norte de Río de Janeiro, reportó la agencia de noticias ANSA.
Los narcos dispararon a la hélice del helicóptero, cuyo piloto debió intentar un aterrizaje forzoso en una cancha de fútbol cercana a la favela, pero en la caída, la aeronave explotó y dos de sus ocupantes fallecieron, mientras que otros dos resultaron heridos y fueron rescatados de entre los restos, según informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro.
Varias columnas de humo negro se divisaban desde varios kilómetros. En retirada por la presencia de al menos 150 policías, los narcotraficantes quemaron siete autobuses de pasajeros en distintos puntos de la zona norte de Río, que concentra la mayor cantidad de favelas de la capital turística de Brasil.
En una acción típica para repudiar la presencia policial en los conflictos entre organizaciones criminales, los narcos cariocas suben a los autobuses armados, obligan a las personas a bajar y les prenden fuego, en un mensaje hacia las autoridades.
El mayor Oderlei Santos, portavoz de la Policía Militar, informó que ocho personas acusadas de participar de los enfrentamientos murieron. Otras cinco resultaron heridas -dos policías que sobrevivieron a la caída del helicóptero- y otros tres habitantes de la favela ajenos al tiroteo.
Este es considerado uno de los mayores conflictos armados de los últimos tiempos en las favelas de Río de Janeiro donde los grupos de narcotraficantes se disputan el poder de la venta de drogas y el control territorial.
La favela Morro dos Macacos, controlada por el grupo criminal Amigos de los Amigos (ADA) fue invadida pasada la medianoche por 100 narcotraficantes de la favela Complejo do Alemao a través de otra favela vecina, el Morro Sao Joao, controlada por el grupo Comando Vermelho (CV, comando vermelho).
"Es una guerra civil, vivo aquí hace 20 años y nunca vi algo igual. Había armas pesadas. No podemos entrar a la favela", dijo Rafael Lyra, quien vive en el Morro dos Macacos.
Las tropas de elite de la policía comenzaron a llegar al lugar a las 4 de la madrugada, pero no pudieron poner fin al tiroteo entre las facciones. "Un grupo de narcotraficantes se reunió en la noche del viernes y planeó la invasión al Morro dos Macacos", dijo el jefe del Primer Comando de Patrullaje del Área (CPA), coronel Marcos Jardim.
Luego de una madrugada de terror, los habitantes de la favela y de los barrios de clase media ubicados en las inmediaciones cortaron la calle Visconde de Santa Isabel y lanzaron piedras contra patrullas y una sede de la Policía Civil.
Según la cadena Globo, los manifestantes intentaron invadir la comisaría de la Policía Civil donde se encuentran detenidos algunos narcotraficantes que serían los ideólogos de la invasión al Morro dos Macacos.
La confusión también provocó que algunos vecinos impidieran el acceso de policías a la favela quemando neumáticos en las calles, mientras otros pedían en forma desesperada la acción policial. Todos los comercios del barrio de Vila Isabel cerraron y muchas calles fueron cortadas por la policía.
Télam