Fuentes ligadas con el sindicato petrolero, escuelas, el municipio y otras instituciones con fuerte inserción social estiman que desde septiembre de 2008 hasta ahora un importante número de personas dejaron esta ciudad por falta de puestos de trabajo. Este éxodo está relacionado con la caída de la actividad petrolera en toda la provincia.
Los datos no solo corresponden a hombres solos sino que también se fueron grupos familiares.
Según las directoras de las escuelas primarias consultadas, el año que viene sería el primer año en que no se necesitará la creación de nuevos grados para albergar a los ingresantes. "Debemos esperar las inscripciones pero ya hay un panorama más tranquilo que en años anteriores", dijeron.
Desde el sindicato, reconocieron que "un gran número de operarios hicieron arreglos monetarios con las compañías de manera extra sindical y dejaron la ciudad".
En el municipio aproximadamente 30 licencias comerciales se dieron de baja en el último año y medio, producto del duro momento económico que atraviesa la ciudad.
Otro indicador de que la ciudad decreció en lo poblacional, es la gran cantidad de viviendas para alquiler que desde hace varios meses están desocupadas y otros inmuebles que directamente son puestos a la venta por sus propietarios.
Los que se dedican a la cuestión inmobiliaria y que dialogaron con "Río Negro", dijeron que "en los últimos dos años, el negocio de los alquileres bajó un 70% y es sabido que hay casas y departamentos desocupados hace varios meses". Esperan anuncios de las empresas petroleras o del jefe sindical Guillermo Pereyra, como referente laboral para casi toda la ciudad.
Los sectores de la población que continúan con trabajo a pesar de la situación, también notan la merma y la mayoría coincide que conoce a alguna familia que se fue de la ciudad, se está por ir o será trasladada a otras ciudades.
En los últimos quince años, Rincón de los Sauces creció un 500%, cifra que fue refrendada por el ministerio del Interior de la Nación a través de un testeo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo.
Sin embargo, esa realidad cambió este año, ya que ningún equipo salió a perforar al campo, provocando la caída paulatina del trabajo e irremediablemente los despidos o abandonos arreglados.
De estos últimos, en las empresas consultadas aseguraron que son una constante y que todos los meses se van por su propia voluntad muchos operarios, tras el arreglo.
Según se supo, a los petroleros que acumulan algún tiempo dentro de la empresa se les ofrece una cantidad de dinero para que renuncien a la compañía y tengan una salida del sistema de trabajo sin acciones sindicales de por medio y sin juicios.
Un dato que midió el crecimiento de esta ciudad fue la gran cantidad de cambios de domicilio que se generaron durante el 2006 y 2007 en el registro Civil, superando los 3.000 casos.
Pero en la actualidad la cantidad de personas que solicitan cambios de domicilio está muy por debajo de las siderales cifras en épocas de bonanza.
Si bien la situación económica de Rincón es una de las peores que le ha tocado vivir, el auge del petróleo se resiste a abandonar la mentalidad popular y muchos aseguran que "hay que aguantar porque cuando llegue el trabajo seremos los que nos quedamos, quienes tengamos los beneficios".
Rincón ya no es la meca laboral de otros años. Lo más grave es la incertidumbre de si el sueldo que cobran a fin de mes, será el último.
Edición impresa.-