CIPOLLETTI (AC).- Ricardo Néstor Cau, José Jafri, Ángel Antilaf y Maximiliano Lagos fueron procesados ayer por la privación ilegítima de la libertad agravada por la muerte intencional de Otoño Uriarte. Pero seguirán en libertad porque la jueza María del Carmen García García no les ordenó prisión preventiva, como lo había hecho la primera vez.
En la misma resolución, la magistrada dictó la falta de mérito para el joven que se sumó a las lista de sospechosos y que era menor de edad cuando desapareció la estudiante de Fernández Oro. Si bien García García presume que también habría participado del hecho, como aún resta prueba pericial por producir, consideró que no había mérito suficiente en este momento para procesarlo como a los demás.
La resolución de la jueza se conoció anoche, aunque se sabía que estaba firmada desde el día anterior. La dejó lista y se tomó licencia hasta el lunes.
Las medidas de fuerza que llevan adelante los judiciales habrían impedido que salieran durante la jornada de ayer las notificaciones para todas las partes.
Trascendió que finalmente García García procesó a los cuatro sospechosos iniciales del caso por el delito de "privación ilegítima de la libertad agravada por la muerte intencional de la víctima", sin prisión preventiva. Se basó en la tercera descripción del hecho que hizo el fiscal José Rodríguez Chazarreta, en la que incluyó al menor de edad y también a un supuesto encubridor.
Se presume que el 23 de octubre de 2006, Cau, Jafri, Antilaf, Lagos y el menor, de acuerdo a un plan previo, habrían seguido a Otoño desde que salió del polideportivo municipal, con la intención de privarla de su libertad. Cau le habría sustraído la bicicleta -que estaba en su casa- para que la joven tuviera que regresar caminando por la calle Kennedy, por un lugar desolado y oscuro, y así el resto de los integrantes pudieran abordarla sin que nadie los viera. La habrían subido por la fuerza a un vehículo en inmediaciones de Kennedy y Río Negro en cercanías de un aserradero.
Otoño habría sido conducida a un lugar no determinado aún, donde fue retenida y ocultada para que tolerara algo contra su voluntad, posiblemente un ataque sexual. Al menos Jafri y el menor habrían abusado de ella. Estando privada de su libertad, habría sido atacada por uno de ellos con un elemento punzo-cortante que le provocó dos heridas, de las cuales resultó la muerte. Esto, habría sido conocido por todos.
Tras el deceso, la habrían enterrado en algún lugar no determinado para luego trasladarla en un Fiat Duna (que en ese entonces estaba en poder del presunto encubridor), y arrojarla al canal principal de riego, aguas arriba de la usina de El Treinta. Allí apareció el 24 de abril de 2007.
Cau, Jafri, Antilaf y Lagos fueron procesados por primera vez en agosto de 2008. En octubre de ese año la Cámara anuló parcialmente la resolución y les dictó falta de mérito. Los cuatro recuperaron la libertad.
Cuando los abogados pedían los sobreseimientos en junio de este año surgieron las segundas indagatorias, dándoles a todos una participación primaria en el hecho. Se esperaba la definición de García García cuando en agosto Rodríguez Chazarreta modificó la acusación y los cuatro fueron indagados por tercera vez.