EL BOLSÓN (AEB). Gumersindo Vergara era un trabajador rural del paraje El Pedregoso y murió, presuntamente ahorcado, en un calabozo de la comisaría de El Hoyo en septiembre del 2003. Su compañera, Margarita Mardones, insistió siempre con que "lo mataron". Como lo velaron y enterraron en El Bolsón, su abogado Cristian Hendrickse denunció por entonces que "Vergara pesaba más de 90 kilos, así que jamás se pudo haber ahorcado en las condiciones que esgrimieron desde la policía chubutense".

"Más tarde -agregó el letrado- apareció una demanda contra el Poder Judicial de Río Negro, porque un juez de Bariloche fue exhortado para que se le practique la autopsia, en cuyo marco consideraron que hubo irregularidades y negligencias por parte de un reconocido médico forense, identificado como Leonardo Saccomano, integrante del Cuerpo Médico Forense de la Tercera Circunscripción".

Por este caso, seis años después, la procuradora general de la provincia, Liliana Piccinini, detalló esta semana que, según un precedente similar y en base a las actuaciones remitidas, el Superior Tribunal "debe definir el tribunal o juzgado competente para conocer y decidir en la demanda entablada contra la provincia de Río Negro".

A criterio del abogado de la familia de Gumersindo Vergara, "también se acreditó con un estudio histopatológico que las lesiones que presentaba el cuerpo, y que nosotros pensábamos que eran quemaduras de cigarrillos, fueron impactos de proyectiles producidos a más de un metro de distancia, de calibre 22 o de escopeta, y que impactaron en la víctima en las últimas 24 horas de vida".

Según Hendrickse, es "contundente" que "todo fue hecho por la policía de El Hoyo, ya que si hubiera entrado herido a la comisaría debió haber sido derivado al hospital. A Gumersindo lo mataron y nadie está pagando por ello".

Margarita Mardones -en representación de sus hijos menores-, entabló otro juicio contra la provincia del Chubut y contra varios agentes de la policía por los daños y perjuicios derivados de la muerte de su pareja.

En el marco de varias movilizaciones concretadas luego del hecho ante la comisaría de El Hoyo, se reiteró por entonces que "los uniformados quisieron vender a la comunidad que Vergara se había ahorcado. Hasta presentaron una escena del crimen dibujada en la cual estaba el cadáver en el piso con un pedazo de goma y otra goma colgando de los barrotes del calabozo. Se probó es que esas dos gomas jamás formaron una misma pieza y que no resistían más de 31,8 kilos, cuando el muerto sobrepasaba los 90 kilos de peso".