En el Poder Judicial existe preocupación por la tendencia creciente a buscar en ese ámbito las soluciones que otros poderes del Estado no ofrecen. "La judicialización de cada reclamo provoca desborde de la estructura y es la muestra más clara de que existen problemas de gestión en áreas del gobierno", dijo esta semana una fuente judicial.
En la intimidad de este poder del Estado se observa desde hace un tiempo un desfile de planteos judiciales, algunos de los cuales irritaron en lo más alto del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) -como el que llevaron comerciantes y dueños de campos y estancias quejándose del funcionamiento de la Justicia y de la Policía-.
En el Poder Judicial se debatió en privado acerca de esta cuestión y se llegó a calificar de "golpista" el pedido porque en el contenido del texto "no reconoce el funcionamiento de las instituciones de la democracia".
La solicitud que llegó al TSJ, a la que adhirieron unas 400 personas con su firma, formula duros cuestionamientos. Desde el gobierno nadie respondió a pesar de que se afirma que la Policía es "ineficaz" y "no impide la consumación de delitos".
Pero sí lo hizo Oscar Massei, presidente del TSJ, que recordó que el tribunal no tiene poderes implícitos y no puede impartir órdenes a jueces de instancias inferiores porque eso atentaría contra la independencia interna del Poder Judicial. Massei destacó, además, que es un planteo sobre una cuestión abstracta y recordó que la Justicia sólo actúa en casos concretos.
Dos fuentes, una del gobierno y otra de la Justicia, revelaron que hubo un encuentro reciente entre el gobernador Jorge Sapag y Massei. No trascendieron detalles de esta cita pero sí se sabe que se habló de la judicialización de los reclamos y de cuestiones presupuestarias relacionadas con compromisos que asumió el Ejecutivo para financiar el último aumento salarial que beneficia a los empleados del Poder Judicial.
"Las relaciones con el Poder Ejecutivo son buenas", calificó esta semana la fuente judicial. No obstante, no dejó de observar que entre los que firmaron la petición figura el hermano del gobernador Carlos "Nuno" Sapag.
Al gobernador Sapag le acercaron recientemente una idea. Le sugirieron que convocara a los referentes políticos con potencial proyección a la gobernación en el 2011 para definir posiciones más o menos homogéneas respecto de algunos temas, como los cortes de rutas y calles, las ocupaciones de terrenos y los conflictos por la propiedad en los campos del interior. El objetivo de tal planteo consiste en definir, si no acciones específicas, al menos mensajes uniformes que puedan ayudar a gobernar a quien le corresponda, tanto hoy como en el futuro.
"Hay que tratar de salir del debate simplificado en los conceptos mano dura sí o mano dura no. Estos temas tienen origen, hay que analizarlos, son complejos y se deben resolver. Mañana puede estar Horacio Quiroga, Sapag o Mariano Mansilla frente al mismo problema y es importante ponerse de acuerdo en cosas mínimas alrededor de este asunto y otros", dijo uno de los dirigentes que apoyan esta idea de buscar consensos en temas clave.
En el gobierno evalúan el escenario de aquí a fin de año y lo que observan es una imagen borrosa. Los reclamos sectoriales se intensificarán y las dificultades financieras continuarán, por lo que no habrá recursos para atender las nuevas demandas que ya están surgiendo.
El Estado acumula deudas con proveedores, hay problemas con insumos en hospitales, la obra pública ingresó en una zona de conflicto y los pedidos de nuevas recomposiciones salariales de los gremios estatales están instalados nuevamente en la agenda del día.
El gobernador Sapag continúa negociando un mejor pago por el gas en boca de pozo para subir los ingresos vía regalías gasíferas. Éste es un reclamo central de su gestión, como también lo fue, aunque con estrategia diferente, del gobierno de Jorge Sobisch -particularmente en el último tramo, cuando quería instalarse como candidato a presidente y se enojaba diariamente con el gobierno nacional-.
El conjunto de las regalías -gas, petróleo e hidroelectricidad- sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos de Neuquén: tres de cada de diez pesos que alimentan el presupuesto provienen de estas actividades y ningún gobierno ha modificado la matriz productiva.
Este año la provincia tiene previsto gastar 3.205 millones de pesos en sueldos; la cifra representa más del 56% de los recursos corrientes, que suman unos 5.600 millones de pesos. A julio último, la partida salarial se había gastado según lo programado por las autoridades de Hacienda. "Esto significa que se fue pagando de acuerdo con lo pautado y que si no ingresan nuevos fondos no habrá dinero para un nuevo aumento a los empleados públicos", dijo una fuente legislativa del oficialismo.
No bien asumió, Sapag heredó compromisos salariales resueltos por Sobisch antes de irse. En el 2007, el presupuesto ejecutado en salarios fue de 1.645 millones de pesos. El gasto representaba el 42% de los recursos. Pero al año siguiente las finanzas se complicaron: se agregaron mil millones a la partida de los sueldos y la participación de este gasto en el presupuesto se disparó al 52%.
El presupuesto está comprometido y es inelástico. Pero en el área de Hacienda perciben señales de incipiente recuperación de la economía. Por esa razón, y a pesar del discurso de la crisis, hay optimismo para encarar el año próximo.