Viernes 16 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 9 > Regionales
Últimos dos años de madrugadas negras

En la temporada 2007, la primera helada primaveral se registró el 24 de setiembre. Las mínimas oscilaron entre 1 y 4 grados bajo cero, sin mayores pérdidas y con el valle lleno de humo.
Las del 7 de octubre, con -2º, y del 04 de noviembre ocasionaron severos daños, pero no hubo defensa activa ni pasiva porque los chacareros se confiaron en que el descenso de la temperatura no fue demasiado abrupto. No hubo humo.

Y en pleno noviembre, el 13, y cuando hacía 15 años no se registraban heladas de magnitud en este mes, el fenómeno dijo presente con mucho humo a pesar de los -2º que no ocasionaron grandes daños. En Valle Medio las heladas de noviembre afectaron el 70% del carozo y ocasionaron grandes daños en pepita.

La evaluación realizada en diciembre reflejó una pérdida del 80% en viñedos por heladas, con las plantaciones del Alto Valle como las más perjudicadas.

El año pasado temperaturas entre 4 y 9 grados bajo cero el 4 de setiembre no dieron tregua a los chacareros, quienes tuvieron una intensa actividad nocturna. Todos estaban alertados, de manera que la mayoría pudo activar los mecanismos de defensa.

Esta primera "gran helada" trajo una postal con un amanecer negro sobre todo el Valle. Al día siguiente fueron 6 bajo cero, con más riesgos de "helada negra" ante la falta de humedad. El fenómeno se repitió el día 12 de setiembre, con -7º.

Otra vez la humareda negra dijo presente. En Río Colorado, seis eventos de heladas tardías, uno muy grave de entre 6 a 8 grados bajo cero y una duración de 8 a 12 horas provocaron graves daños en ciruelo japonés y durazno temprano, variedades donde el productor frutícola recibe los primeros pesos en su bolsillo. Esto es parte de la historia reciente.

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