Miércoles 14 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 22 > Internacionales
Zapatero y Obama abren una nueva etapa

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer al jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera visita privada a la Casa Blanca en cinco años de mandato, formalizando así la normalización de las relaciones bilaterales con un "fuerte mensaje de amistad" que se concretará en un "firme" respaldo ibérico a Washington en Afganistán, Guantánamo y otros asuntos de seguridad internacional.

"Estoy absolutamente confiado en que su gobierno y el nuestro continuarán reforzando nuestra relación en los años venideros", afirmó Obama al término de un almuerzo de trabajo privado con Zapatero en el Despacho Oval.

La visita del jefe de gobierno español, prácticamente vetado en la Casa Blanca durante la anterior administración de George W. Bush por su retirada de tropas de Irak nada más asumir el mandato en 2004, "envía un fuerte mensaje de amistad", aseguró Obama.

"Con el liderazgo de España en Europa y en el mundo, podemos hacer grandes progresos juntos que sirvan tanto a los españoles como a los estadounidenses", agregó.

Éste es el "primer día" de una nueva cooperación, corroboró un sonriente Zapatero, quien reveló que en la "provechosa" e "intensa" reunión con Obama respaldó contundentemente los "afanes de paz" de Obama en política internacional.

En este sentido, le aseguró a Obama la disposición de España a "hacer el máximo esfuerzo" para la formación de fuerzas de seguridad en Afganistán en el marco del compromiso "firme y sólido" con ese país y comprometió una "contribución importante" de guardias civiles -policía militarizada española- para el entrenamiento de tropas afganas. El jefe de gobierno español explicó que también habló con Obama de la cárcel en la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba, y que ambos estuvieron "concretando" el número de presos que España está dispuesta a acoger, si bien no reveló cifras.

Antes de su viaje a Washington, Madrid había indicado que no aceptaría a más de tres presos, frente a los cuatro que le había solicitado Estados Unidos.

Sea cual sea el número final de acogidos, el presidente español aseguró que el compromiso español con el cierre de la prisión de Guantánamo es "firme". (DPA)

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