Miércoles 14 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
Visiones distintas de candidatas a jueza sobre la protesta social
Fueron entrevistadas por el Consejo de la Magistratura

NEUQUÉN (AN).- Dos candidatas a jueza civil expusieron ayer visiones distintas sobre la resolución de los conflictos sociales, al ser entrevistadas por el Consejo de la Magistratura.

Se trata de María Eugenia Grimau y Gloria Anahí Martina, quienes lideran el concurso para elegir una jueza civil para el juzgado 4 de esta capital.

También se postulan, y se presentaron a la entrevista, Gabriela De Gerardi, José Squetino, Alicia Vargas y María Spikerman.

Grimau, actual jefa de asesores legales del Banco Provincia de Neuquén, fue tajante en su postura ante cortes de ruta y usurpaciones: "no está previsto que el derecho de peticionar se ejerza como se viene ejerciendo".

Señaló que el Estado "se fue haciendo cargo de funciones que no tenía", y puso como ejemplo "el pago de subsidios a personas sin empleo o la construcción de viviendas de fácil acceso".

Explicó, ante preguntas de los consejeros, que "la Constitución no exige al Estado que le provea a los habitantes de una vivienda digna, habla de garantizar el acceso" a la misma.

También expuso su plan de trabajo para el caso de ganar el concurso, señaló que "he estado en lugares con gente a cargo, con metas de eficiencia, y me ha ido bien" y consideró que las primeras cualidades de un juez deben ser "imparcialidad y diligencia".

La otra candidata con posibilidades es Gloria Martina, una abogada que ejerció la profesión durante 24 años en Formosa y ahora es secretaria civil en Rincón de los Sauces.

Señaló que ante un corte de ruta "elegiría el esfuerzo compartido del que habla la Corte Suprema". Indicó que en esos casos hay una tensión entre derechos "y pueden mantenerse ambos, limitándolos".

Puesta ante el ejemplo de una huelga de maestros, afirmó que "no les diría que levanten el paro porque el que debe garantizar la educación es el Estado, no los docentes".

En otro orden señaló que el juez "debe enseñar con el ejemplo" y el empleado "rinde más cuando es valorado, respetado y escuchado".

Sobre las primeras cualidades del juez eligió "imparcialidad y prudencia". Dejó la diligencia en el último lugar, porque "no estoy dispuesta a sacrificar en el altar de la celeridad los bienes de las personas".

Ahora los consejeros deben otorgar puntaje a las participantes y se conocerá el orden de mérito definitivo.

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