Cuando el factor de incremento de riesgo es menor que 1, es decir, menor que el promedio, se habla de factores de protección.
? Beber vino tinto: 0,90. Atención: sólo un vasito por día con las comidas, ya que la Argentina es el país con mayor índice de muertes por accidentes de tránsito, y en la gran mayoría de ellos está involucrado el consumo de alcohol. Hay algo de vino tinto -no de la cerveza ni de las bebidas blancas, aclara el doctor-, y no se sabe si son los taninos o los fenoles, que tiene un efecto protector de la vasculatura, especialmente porque aumenta los niveles de HDL. Y eso representa una disminución del riesgo de infarto del 10%.
? Actividad física: 0.86. "Caminar 150 minutos por semana, en dos o tres días, disminuye entre un 10 y un 12 por ciento el riesgo, según está internacionalmente comprobado", asegura Iglesias. Obviamente, esta cifra puede mejorar en las personas más jóvenes que puedan realizar un tipo de ejercicio algo más intenso. Pero atención: después de los 30 años ya es conveniente consultar al cardiólogo antes de decidirse a practicar algún deporte o realizar una actividad física más o menos intensa en forma sistemática.
? Comer frutas y verduras: 0,70. Una buena dieta parece ser la medida más eficaz, si se tiene en cuenta a la población en general, aunque eso no quita que a nivel individual haya personas a las que les dé más resultado otra medida. "Debido a los fitosteroles, comer una fruta y algo de verduras como colación en cada comida baja un 7% el riesgo de infarto", señala el médico. Y este factor de protección puede elevarse hasta un 30%, como señala el Interheart, cuando frutas y verduras constituyen la base de la dieta.
¿Cuán importantes son estos números para los cardiólogos? "Mucho -responde Iglesias-. Porque más allá de los números, esto demostró que a nivel global los factores de riesgo van más allá de lo genético y están diseminados en cualquier parte del mundo".