SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El científico local Eduardo Rapoport publicó un interesante libro sobre plantas comestibles que fue editado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Compartió el trabajo titulado "Malezas Comestibles del Cono Sur" con Ángel Marzocca y Bárbara Drausal. Los tres autores son investigadores del INTA, la secretaría de Ambiente y Desarrollo sustentable, la UNC, el Conicet y la Fundación Normantil.
El libro tiene 216 páginas, con ilustraciones y la claridad y didáctica que caracteriza a Rapoport. Es de lectura amena, interesante y muy instructiva. El lector puede compenetrarse rápidamente que la comida no sólo puede buscarse en un supermercado.
"Un día, caminando por un campo en la estepa, al este de Bariloche, comprobamos que de cada diez pasos que dábamos, dos correspondían a alguna planta comestible, nativa o exótica. En total, hallamos ocho especies comestibles", explican los autores. Aclaran que en áreas urbanas, como por ejemplo un jardín abandonado durante un año, es común que en el 15% de los pasos que realiza una persona, la punta del zapato toca una especia comestible. En un bosque urbano ese valor sube al 35% y en un terreno baldío al 66% de los pasos.
Rapoport recordó que "antes de que se invente la agricultura el ser humano era cazador y recolector y por ello un buen conocimiento de los recursos que le ofrecía la naturaleza y los aprovechaba". "Hoy, en los países civilizados, ese conocimiento se perdió".
En el libro se ilustran 237 especies, de las cuales el 60% son introducidas (exóticas y foráneas) y han llegado principalmente de Eurasia. De las 92 nativas 53 se han exportado y son invasoras en otros continentes. En resumidas cuentas, el 83% de las especies que se ilustran en este manual se encuentran en muchos países del mundo.
