CONESA (ARC).- Más de trescientas personas participaron el viernes del acto por las bodas de oro de la escuela rural Juana Azurduy. El evento fue sumamente emotivo, se extendió por varias horas merced a la intensa actividad organizada.
Vale destacar que participaron ex docentes y alumnos que viajaron desde distintos puntos del país para tomar parte de este importante acontecimiento en la vida institucional de este establecimiento educativo.
La escuela rural Juana Azurduy está ubicada a unos cinco kilómetros de la ciudad y ha sido un puntal esencial en el desarrollo de esta ciudad.
El momento más emotivo del acto fue cuando se abrió el cofre que confeccionó Damián Rodríguez, y en el cual en el año 1993, se colocaron dibujos y mensajes de los alumnos. Además se estableció que debía ser abierto cuando se cumpliera la Bodas de Oro de la escuela.
Así se hizo y en presencia de muchos de los alumnos de sexto y séptimo grado que diseñaron aquellos dibujos, las puertas del cofre fueron abiertas y a partir de ese momento se vivieron momentos sumamente emotivos.
Y de esa manera se pudo observar los trabajos de los por entonces alumnos, quienes fueron invitados a que lean sus propios mensajes 16 años después.
La emoción fue tan grande, que muchos de ellos no pudieron concluir la frase, al caer presos de un sentimiento tan profundo que cuesta describir con palabras.
Asimismo se pudo leer la frase que acuñaron por entonces los impulsores de la idea. "La satisfacción del deber cumplido es la mejor recompensa que puede recibir el espíritu", rezaba y que se transformó en el lema de la escuela.
Previamente fueron distinguidos con un reconocimiento especial los cuatro fundadores de la escuela. Se le entregó una medalla de honor a Domingo Tieri, Úrsula Costanzo, Francisca Reñones y Miguel Pérez Carrizo.
Por otra parte, también se homenajeó a Nicolás Chader y Rosa Bazán, quienes fueron maestros del lugar durante 30 años, al matrimonio Cortez docentes por seis años y que viajaron desde La Rioja para decir presente. Se recordó al primer director del establecimiento Don Claudio Fiorabanti Dezzotti, en presencia de su hijo Sandro.
Anoche en las instalaciones del club San Lorenzo concluían los festejos con una cena del reencuentro, donde estaba previsto proyectar un video en el cual se destacaba el paso de todos los docentes, alumnos y directivos del colegio.