RAWALPINDI, Pakistán (AP).- Hombres con uniformes militares, fusiles de asalto y granadas lanzaron un ataque audaz contra el cuartel general del ejército de Pakistán, desatando una batalla feroz en las afueras de Islamabad, pero algunos mantenían hasta 15 rehenes en el interior de la institución más poderosa del país con potencia nuclear.
El ataque dejó cuatro asaltantes y seis soldados muertos, incluyendo dos mandos militares y pareció ser una advertencia al ejército de que su inminente ofensiva contra las milicias islamistas en sus bastiones en las escarpadas montañas junto a la frontera con Afganistán se topará con una fuerte resistencia.
El ataque fue el tercer asalto importante de los extremistas en una semana en Pakistán, país sumido en la extrema inestabilidad.