El 1 de abril cumplí 68 años. Hace seis que vivo en esta hermosa ciudad y por razones que no viene al caso explicar mi jubilación no es todo lo importante que me había prometido años ha la publicidad de las AFJP.
Ante tal situación, y necesitado de ampliar mis recursos, me contacté con gente amiga y me ofrecieron manejar un taxi.
Ante esta oportunidad decidí cambiar mi carné de conductor al tipo profesional, por lo que hice los trámites pertinentes: electroencefalograma, electrocardiograma, curso de Vialidad, examen psicológico... en fin, todo lo requerido por el ente municipal fue cumplimentado. Pero, llegado el momento de confeccionarme el carné, me encontré con que el sistema computarizado no me permitió acceder al mismo por ser mayor de 65 años. Es decir que para esta municipalidad alguien mayor de 65 años, aun apto psíquica y físicamente, no puede entrar en ese mercado laboral.
Creo estar ante un acto indignante de discriminación, máxime si se tiene en cuenta que a otro conductor que ya cuente con registro profesional cuando tenga más de 65 sí se lo entregarán.
Fue Perón quien dijo que hacer un cambio generacional no significa tirar todos los días un viejo por la ventana. Lamentablemente así me siento yo.
Jorge Luis Ernesto Espósito
LE 437.477
Neuquén