"Si no le ganamos a Boca, me voy", había anticipado Ricardo Caruso Lombardi, el sábado pasado, después de perder con Huracán (3-1). El jueves su equipo no le ganó a Boca y el entrenador de Racing presentó su renuncia aquella medianoche. Ayer mismo la dirigencia le encontró sucesor: Juan Barbas.

La derrota de la Academia ante el xeneize (2-1), en el Cilindro de Avellaneda, tras ir ganando 1-0, marcó el fin de un ciclo que pasó de la euforia y una Promoción ganada a una racha de triunfos esquivos en el actual torneo Apertura, donde aún no ganó y vuelve a verle demasiado cerca la cara al descenso.

Ayer, Caruso ratificó su decisión y argumentó que es mejor despedirse con una buena relación con los hinchas, que irse insultado. "Es mejor salir así y no insultado. Si la gente te aprecia, te aplaude y corea tu nombre, lo lógico es dar un paso al costado y permitirle a los jugadores empezar algo nuevo. Quizás un nuevo técnico le puede hacer bien. A mí, humanamente, me deja más tranquilo irme, que quedarme", explicó Caruso Lombardi.

"No se puede seguir esperando y quizás otro técnico tiene más suerte que yo. En siete años que dirijo nunca me pasó. Para mi el ciclo está terminado y no creo que me convenzan", concluyó. Y así fue. Nadie pudo hacerlo cambiar de parecer.

El nuevo entrenador es Juan Barbas, quien dirigía a la Reserva. A Barbas, que como futbolista debutó en Racing a fines de los 70, se le respetará su contrato actual, pero con una mejora. Su ayudante de campo será Miguel Ángel Wirtz, recordado arquero de la Academia de la década del 80.