Sábado 10 de Octubre de 2009 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Tres perpetuas por un "pacto criminal" en Mainqué
Los imputados por la muerte de un trabajador golondrina, ocurrida en el 2007, fueron condenados. Sus familiares cuestionan que los testigos "estaban todos borrachos".

ROCA (AR).- Para los jueces hubo una "confabulación", un "pacto" para matar a Juan Salazar Luengo (45) en la tarde del 13 de diciembre de 2007, en la precaria piecita que el trabajador golondrina alquilaba en Mainqué. Por eso, en un fallo unánime, la Cámara Criminal Tercera de Roca condenó ayer a prisión perpetua a los imputados Félix Arraigada (68), José Alfredo Marín (55) y Margarita Carriqueo (53).

"En ese ataque fulminante intervinieron los tres imputados, bajo un acuerdo previo. Todos ellos han querido matar a la víctima", afirmó en su voto el juez Fernando Sánchez Freytes, al que adhirieron los jueces Carlos Vila y Aldo Rolando. "Se han confabulado para ejecutar esta muerte y la referida confabulación también se evidenció cuando el ataque hacia Salazar Luengo finalizó, pues Carriqueo oculta a Arraigada en su casa y se esconden las armas (...) mientras que Marín procede a cambiarse de remera y a huir del sector", dice el fallo.

Los tres imputados fueron así condenados por el delito de "homicidio calificado por el concurso premeditado de más de dos personas", cuya única pena posible según el Código Penal Argentino es la de prisión perpetua.

"Vamos a apelar", dijeron por separado los hijos y familiares de los tres condenados al finalizar la lectura del fallo. Para ellos "semejante condena es injusta y sin pruebas" (ver aparte).

"Hay que hacer cagar a este chileno", habría dicho Carriqueo en los instantes previos al ataque, según declaró uno de los testigos. Pero los motivos de esa furia y, en definitiva, el móvil del crimen, no quedaron esclarecidos en el juicio. Sin embargo, eso "no resulta relevante" según el fallo porque, para los jueces, fue suficiente con probar el "acuerdo previo" de los imputados. Tampoco se detalló qué actividad desarrolló cada uno, aunque se plasmó en la sentencia que "los tres ingresaron a la habitación portando cada uno en sus manos elementos contundentes".

Según el fallo, Arraigada usó "un rebenque y un cuchillo de hoja lisa de 19 cm de largo"; Carriqueo usó "un cuchillo de alpaca y un palo" y Marín "un banquito de madera de tres patas y un palo". El primero le causó a Salazar Luengo la herida más grave: una puñalada en el tórax. Según la defensa de Arraigada esa fue una cuchillada "de defensa", asestada a la víctima fatal cuando el acusado se encontraba caído producto de un golpe que había recibido. Pero según "la lógica, la experiencia y el sentido común", dijeron los jueces, la lesión "es producto de un claro mecanismo de ataque".

Ninguno de los tres condenados tiene antecedentes y todos fueron calificados como "excelentes vecinos" en Mainqué. Arraigada y Marín tienen "conducta ejemplar" en la ex alcaidía. Carriqueo, por su parte, tiene prisión domiciliaria y ahora deberá resolverse si podrá mantener o no ese beneficio.

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