BUENOS AIRES (ABA/DyN).- Más de la mitad de la Plaza de los Dos Congresos estuvo ocupada ayer por manifestantes kirchneristas de diversas vertientes (muchos de esos sectores enfrentados entre sí) y agrupaciones de izquierda.
En un palco sobre la calle Entre Ríos hablaron, entre otros, Hebe de Bonafini, Luis D Elía y el funcionario del gobierno Gustavo López; pero escuchar lo que decían requería un esfuerzo mayúsculo ya que los discursos eran tapados por el ensordecedor ruido de bombos y los petardos lanzados por personas totalmente desinteresadas por el tema que se trataba en el recinto.
Coparon los primeros lugares las personas movilizadas por el polémico intendente de José C Paz, Mario Ishi, uno de los jefes comunales del conurbano bonaerense a quienes en su momento denostó la presidenta Cristina Kirchner para pasar luego a ser uno de los políticos mimados en la provincia.
Lo cierto es que esas barras ignoraban lo que ocurría en el escenario desde donde se lanzaban frases de agravios contra las empresas periodísticas y quienes trabajan en ellas.
Como clara diferenciación, De Elía pidió un aplauso para los 118 periodistas desaparecidos y anunció una "nueva era" a partir de la ley de medios que "acabará la etapa neoliberal conservadora".
En el recinto el senador Oscar Castillo cuestionó el despliegue montado con fondos del gobierno, mientras la legisladora María Perceval defendía la concientización de la gente en la plaza.
El ex radical Gustavo López proclamó que por fin "la democracia se pone los pantalones largos"; en tanto Bonafini (dueña de una emisora otorgada por el gobierno) lanzaba diatribas contra medios como Clarín.
En un segundo plano se ubicaron las agrupaciones a cargo del ex intendente de Quilmes, "Barba" Gutiérrez y del derechista de Berazategui Juan José Mussi y una fila de adherentes de la CTA encabezados por Hugo Yasky y Julio Piumato.
Agua, cerveza, mate y gaseosas, intentaban morigerar cuerpos sedientes que habían salidos del subsuelo del conurbano bonaerense, pero también de lejos, de Neuquén unos; desde Salta, mientras que agrupaciones indígenas habían instalado desde muy temprano una improvisada radio abierta y en enclenque escenario donde le dieron al charango y a la quena y así se pudo escuchar chacareras y carnavalitos, entre otros géneros nacionales.
Como una gota de agua en un madrejón, un sector disidente del radicalismo no quiso perderse la oportunidad para apoyar la ley. "Si a la ley. UCR. Radicales con memoria. Raúl Ricardo Alfonsín", decían los afiches pegados en las paredes de los edificios próximos al Congreso.
Por el escenario instalado por la Coalición por una Radiodifusión Democrática pasaron los diputados kirchneristas Agustín Rossi y José María Díaz Bancalari y el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto.
Mientras se ultimaban los detalles para la participación de varios grupos de rock, entre ellos, Attaque 77, en tanto por el palco pasaron varios actores y músicos como Arturo Bonín e Ignacio Coppani, entre otros.
A la medianoche seguía la espera, confiada de algunos, y despreocupada de otros, a los que pocos les importaba la ley de medios.