El oficial retirado de la Armada y piloto naval Julio Alberto Poch declaró ayer ante un juez de la Audiencia Nacional de Madrid, en España, donde negó haber participado en "vuelos de la muerte" de la dictadura, pero sigue detenido a la espera del juicio de extradición a Argentina.
Su abogado defensor, Ignacio Peláez Marqués, contó a periodistas que el teniente de fragata retirado negó la acusación que pesa en su contra de haber piloteado los "vuelos de la muerte" de la última dictadura y aseguró ser contrario al "terrorismo y terrorismo de Estado", según informaron agencias internacionales. La audiencia se llevó a cabo en el despacho del juez de la Audiencia Nacional de España Eloy Velazco, y una vez finalizada el magistrado ratificó la orden de prisión que había dictado el Juzgado de Instrucción número 2 de Quart de Poblet, Valencia, donde Poch fue detenido el 22 de septiembre último.
En cuanto a las denuncias de sus compañeros de trabajo en la línea aérea holandesa "Transavia", que aseguraron haberlo oído inculparse en los "vuelos de la muerte", Poch dijo al juez que lo habían "malinterpretado" en las charlas que mantuvieron sobre la represión ilegal de la dictadura.
También aseguró que no tuvo "nada que ver" con el método utilizado por la Armada para eliminar a guerrilleros y opositores políticos arrojándolos vivos y dopados al mar, así como indicó que "nunca estuvo destinado" en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Poch, de 57 años, se especializó en el arma de la aviación naval y llegó a ser teniente de fragata. Se retiró en 1981 y se fue a vivir a Holanda con su esposa y sus hijos, donde obtuvo la doble nacionalidad argentina-holandesa. (DyN)